Si te sientes tenso e incómodo en tu silla de trabajo, frente a tu escritorio, pero no puedes abandonarlo, esta nota te servirá, y mucho. Aquí verás algunos ejercicios sencillos que puedes realizar sin abandonar tu mesa de trabajo; te ayudarán a relajar tus músculos, aliviar o prevenir tensiones innecesarias, y te harán sentir más confortable y a gusto en cualquier momento.
Para la relajación, la concentración y el bienestar, no hay nada como un descanso. Al menos una vez por hora, ponte de pie, camina por la oficina y procura beber un vaso de agua fresca. Si puedes, ve al sanitario y moja tu cara y tu nuca, para refrescarte. Si no puedes abandonar tu escritorio o tu oficina, al menos toma cinco minutos para ver por la ventana, mirar hacia el techo o, simplemente, cerrar los ojos y respirar profundamente. Si puedes, bosteza. Esto te hará sentir renovado.
La relajación es igual de necesaria que el descanso. Para relajarte y renovar tus ánimos, sal afuera. Respira aire fresco, camina, sube y baja algunos pisos por la escalera, o simplemente ve donde el sol pueda bañar tu rostro, a ojos cerrados.
Si además del cansancio tienes dolores musculares, calambres y tensiones, entonces puedes practicar algunos ejercicios para tomar nuevas energías y prevenir (o aliviar) estas dolencias y malestares.
Ejercicios de relajación. Un ejercicio que podemos hacer de pie es erguirnos, y bajar la cabeza sin curvar la espalda, para estirar las cervicales y los músculos del cuello. Lentamente, con los ojos cerrados y respirando profunda y regularmente, llevaremos la cabeza hacia arriba, como si quisiéramos ver el techo y hacia atrás, sin mover el resto del cuerpo. Haz esto unas diez veces, y te notarás más relajado. Puedes hacer lo mismo llevando la cabeza hacia ambos lados (siempre con movimientos suaves) o en redondo.
Ejercicios para espalda y hombros. Para relajar la zona superior de la espalda y los hombros, podemos colocar nuestras dos manos sobre la base de las costillas, entrelazando los dedos. Con los codos hacia fuera, inspiraremos profundamente, mientras exhalamos, llevaremos los codos hacia adelante, en un movimiento regular y sin forzarnos demasiado. Podemos hacer lo mismo con las manos entrelazadas detrás de la espalda, a la misma altura, y llevando los codos hacia atrás.
Ejercicios para hombros y muñecas. Para relajar hombros y muñecas, bastará con hacerlos rotar sobre su eje unas cuantas veces, con movimientos suaves y regulares, y hacia ambos lados o en ambas direcciones. Esto mismo podemos hacer con nuestros tobillos.
Haz estos ejercicios cada vez que los necesites, para recobrar las fuerzas y sentirte renovado, para continuar con tus labores diarias.