De acuerdo a la teoría del Feng Shui, una disciplina estética china que busca mejorar la vida de las personas mediante la energía, los colores pueden ayudar a conseguir tus objetivos laborales.
Esta teoría, además de servirte para elegir el color del que debes pintar tu oficina, puede ayudarte para decidir los tonos de tu vestimenta, de tus tarjetas de presentación y hasta del logotipo de tu empresa, si estás optando por el camino emprendedor.
Estos datos te ayudarán a definir cuál es el color adecuado para ti según tus metas profesionales:
Verde: Ayuda a la creatividad y a la generación de nuevas ideas. Es ideal para los creativos en publicidad, mercadotecnia, artes y diseño. También es útil para aquellos que quieren cambiar de actividad o conquistar nuevos mercados.
Azul: Este color propicia el contacto con uno mismo y con nuestras emociones. Es útil para las personas que trabajan por su cuenta, por ejemplo un escritor, o un pintor.
Café: Los variantes de los colores de tierra como marrón, naranja, salmón y durazno propician una comunicación sana y un ambiente de relajación. Son buenas opciones para actividades que requieren de una negociación o conciliación. Estos colores son útiles para gente que labora en despachos de abogados, departamentos de quejas u oficinas bancarias.
Amarillo: Este color es muy útil para incrementar la energía y te permitirá seguir trabajando más tiempo. También para tareas largas o repetitivas como labores administrativas, edición de textos o de audiovisuales, entre otras.
Blanco: Ayuda a la realización de trabajo intelectual, ya que propicia un ambiente de orden. Es útil para la realización de labores científicas, médicas o académicas. Los arquitectos y dibujantes también se benefician de este color.
Púrpura: Este color, junto con sus variantes violeta y morado, es indicado para las personas con alta jerarquía o que busquen resaltar su posición dentro de una organización.
Rojo: Es un color que indica calor y energía vital. Este color debe usarse como contraste en nuestros documentos o en pequeños objetos, nunca en superficies grandes. Tampoco debe vestirse por completo de rojo, sino usarlo como un pequeño detalle. Es útil para las personas que quieren llamar la atención sobre su trabajo y demostrar su capacidad.