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¿Cuándo es el momento oportuno para cambiar de empleo?

Las inconformidades, la mala economía, el mal ambiente de trabajo pueden desmotivar a cualquiera. Sin embargo, ante una pregunta con semejantes posibles consecuencias, es mejor pensar bien antes de actuar.

Ante problemas de tipo social o relacional, procura tener calma y paciencia. Compórtate con tolerancia, y no te dejes desmotivar por las situaciones. Si el problema se acrecentara o continuara, consulta con tu superior o con la persona a cargo del asunto.

Señales y síntomas

La necesidad de cambio de trabajo no es una enfermedad, pero sí presenta síntomas. Puedes considerar cambiar de trabajo si notas:

• Que se te deja de lado en posibilidades de promociones y elevaciones de cargo merecidas
• Que los beneficios para empleados de tu misma categoría no son justos para ti
• Que se exhibe favoritismo con otros colegas, y esto te priva de beneficios o del buen cumplimiento de tus labores
• Que te sientes desvalorado para la organización
• Que se te responsabiliza injustamente por acciones o tareas que no pertenecen a tu cargo, sin remuneración o recompensa añadida
• Que notas abusos verbales o de cualquier tipo en la oficina, con colegas, superiores o subalternos.

Otras señales de que es un buen momento de cambiar de trabajo pueden no ser específicamente de la empresa u oficina. Es decir: puede que no sea la compañía ni el cargo, sino que eres tú quien no quiere estar allí. Esto, a su vez, te desmotivará y te privará de ejecutar tus labores de la manera óptima deseada. Este caso también tiene algunos síntomas clásicos, por ejemplo:

• Que la tarde del domingo te la pasas estresado, pensando en el regreso a la oficina al día siguiente
• Te quejas de tu empleo, sin demasiadas justificaciones
• La última evaluación de desempeño fue más baja de lo normal, incluso cuando eres apto para las labores
• Simplemente: no tienes ganas de ir a trabajar

La decisión de cambiar de empleo

Si decides que ha llegado la hora de cambiar de trabajo, no te precipites. Comienza a hacer una búsqueda a conciencia, y sólo anuncia tu decisión cuando tengas la respuesta asegurada. No presentes la carta de renuncia a menos que tengas ya una propuesta certera: el mercado laboral suele ser una arena de batalla, y no querrás entrar en ella a ojos ciegos y manos vacías.