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Versión para imprimir del artículo Cómo hacer de la oficina un ambiente agradable. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Es sabido que el ambiente de la oficina, como espacio en sí, tiene una incidencia directa en nuestro rendimiento laboral, ya que, al pasar una gran parte del día en nuestro sitio de trabajo, necesitamos sentirnos cómodos y a gusto, como si estuviéramos en casa, para lograr una mayor productividad.
Lograr un espacio decorativo y funcional al mismo tiempo no es una tarea fácil, ya que en esta composición entrarán en juego muchas cosas, como los objetos, la disposición de nuestros muebles, los colores, las medidas de nuestra oficina y escritorio, etc. Es necesario crear un espacio ameno y agradable en el cual la decoración, generadora de estados de ánimo, sea la protagonista de nuestra oficina, permitiéndonos así lograr un buen desempeño laboral día a día y, al mismo tiempo, sentirnos cómodos y felices.
En principio, puede ser muy bueno conseguir que la oficina parezca más amplia de lo que realmente es, ya que, de esta manera, nos sentiremos menos encerrados, más libres y contentos. Podemos colocar algunos espejos que generarán la impresión de amplitud, y cortinas por el lado de afuera de las ventanas. Una mesa de vidrio parece ocupar menos espacio que una de madera, por ejemplo. Por último, podemos utilizar la iluminación para simular una oficina amplia: con sólo añadir varios focos de tonos claros en las esquinas y arriba del escritorio, lograremos el efecto que tanto anhelamos.
Es aconsejable que la silla esté en correspondiente altura con el escritorio, y al nivel de nuestro ordenador. Ya que pasamos sentados muchas horas de nuestro día, es necesario que nuestro asiento de trabajo sea ergonómico, alto y firme, para evitarnos dolores de espalda e incomodidades que pudieran hacernos sentir disgusto en nuestra oficina.
A la hora de la estimulación y relajación en la oficina, nos será útil contar con un poco de música. Podemos ubicar un pequeño equipo reproductor próximo a nuestro escritorio, o directamente escuchar música desde el ordenador, para crear un ambiente agradable y relajado a la hora de trabajar. Tengamos en cuenta el uso de auriculares o a un volumen moderado, para no molestar a nuestros colegas.
Para darle un toque de personalidad a nuestra oficina, podemos optar por decorar las paredes con vinilos, o pintarlas de algún color que nos agrade e inspire. También podemos dejar las paredes blancas y darle el protagonismo a los detalles, para lograr un espacio divertido y colorido.
Por último, es necesario que en nuestra oficina creemos un clima medianamente parecido al hogareño para sentirnos cómodos y felices. Con sólo colocar un par de flores, o plantas bien cuidadas, bastará para otorgarle vida y hacer más habitable a nuestro espacio de trabajo. Incluso podemos perfumar nuestra oficina con velas, aceites aromáticos, incienso o, simplemente, un frasco con popurrí de flores, y lograr un ambiente que nos recordará a nuestro hogar.
