En estos tiempos de igualdad de géneros, de apertura del mercado laboral hacia ambos sexos, y de la competencia igualitaria entre hombres y mujeres, aún hay ciertas diferencias que se hacen notar. Y no nos estamos refiriendo a malos tratos, injusticias y a todos aquellos temas normalmente mencionados: hablamos de preferencias. Y es que, según una reciente encuesta de diversos mercados laborales, las jefas son ampliamente preferidas a los ojos de los empleados de todos los rincones del mundo.
En cualquier trabajo hay motivaciones compartidas: una paga justa por un trabajo digno, prestaciones y beneficios, protección médica, facilidades, y la principal: un buen ambiente laboral. El buen trato entre colegas y compañeros es fundamental. Sin embargo, el buen ambiente debe ser creado, primordialmente, entre la empresa y la persona.
El empleado o cualquier trabajador ha de sentirse parte de la organización, para darse por completo a ella. Por esto, debe sentirse apreciado, valorado, y la relación con sus superiores habla mucho sobre este tema. Es allí donde las jefas mujeres también hacen su aparición estelar, según la investigación.
La distinción de la preferencia de las jefas sobre los jefes no se da según el sexo del empleado, sino de su edad. Curiosamente, los empleados menores a 35 dan igual apreciación a jefes y jefas, entre los 35 y los 50 años de edad ,se comienza a notar una cierta preferencia, pero es en los empleados más añosos (50 años en adelante) en los que es ampliamente notoria la preferencia por las damas a cargo.
Luego, entre estos sectores analizados, también se ha verificado que hay apenas más porcentajes de preferencia en los empleados que en las empleadas, aunque no se trata de diferencias significativas.
En general, las jefas que además son madres de familia, suelen ser más favorecidas por los comentarios de sus empleados, más satisfechos de responder a quien reconocen que posee un “doble trabajo”, y bajo la consigna de “ella me comprende en mis urgencias familiares”, de acuerdo con los resultados del análisis.
Según los resultados de este análisis integral, las jefas son más benevolentes en el reconocimiento de los logros y de las actitudes de sus subalternos. También se definen las características principales que determina la preferencia de las mujeres sobre los hombres en los cargos de influencia, a saber: buen carácter, comunicación, competencias técnicas, trabajo en equipo y reconocimiento.
Se dice, así, que las jefas propician las comunicaciones más francas y abiertas, con mayor entendimiento y reconocimiento, en consideración de las capacidades laborales (propias y ajenas), y de las características familiares. Una combinación imbatible, a juzgar por los empleados y subalternos encuestados, quienes finalizaron admitiendo que la búsqueda del mejor ambiente laboral es más significativa, a sus ojos, que la búsqueda de mayores sueldos en montos económicos.
Nada mal si tienes una jefa mujer, ¿verdad?