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Versión para imprimir del artículo Cómo crear un ambiente productivo en el trabajo. No incluye formatos especiales ni imágenes.
¿Has sentido que puedes trabajar mejor en un ambiente que en otro? Seguro que sí. Incluso es muy probable que te haya sucedido, más de una vez, que tu propio espacio de trabajo te hace sentir diferente en distintos días, a veces más productivo, y a veces un poco menos alentado a la labor.
Pues el ambiente de trabajo influye mucho en nuestra capacidad de cumplir con las funciones. De hecho, el estado actual de nuestra oficina afecta mucho más de lo que puedes suponer, tanto en nuestra productividad como en nuestro desempeño, concentración y enfoque.
Es por ello que debemos prestar especial atención al diseño y mantenimiento de nuestra zona de trabajo. Para que la oficina sea un ambiente productivo, que te permita desempeñarte a toda máquina día tras día, es esencial que esté limpia y ordenada como primera medida. Un ambiente laboral desordenado, lleno de papeles inservibles, montañas de carpetas, y hasta suciedad, impide tu concentración y te influirá de manera negativa.
Pero esos no son los únicos factores que influyen en ti: la iluminación es otro de los temas a los que debes atender. Abre las ventanas para permitir que circule el aire. Si no te es posible, al menos corre las cortinas, o retira los elementos ubicados frente a la ventana o a la fuente principal de luz. Verás que una oficina bien iluminada es una oficina que te invitará a concentrarte y a trabajar mejor.
La decoración también puede influir en tu desempeño. Tener demasiados objetos decorativos, incluso si fueran absolutamente de tu gusto, puede desconcentrarte y hacer que tu mente divague. Mantén al mínimo la decoración de tu oficina, y procura que esté pintada de colores claros pero cálidos, y no blanco liso.
Si puedes, coloca figuras o imágenes motivadoras, como un fondo de escritorio en tu PC con el sitio donde quieres ir de vacaciones en el verano, para recordarte de la importancia de ser productivo y ganar dinero.
Puede que tu oficina esté bien decorada, a tu gusto, bien iluminada con luz natural, ventilada, ordenada y limpia y que, sin embargo, aún no te sientas inspirado para trabajar. No te preocupes, es bastante natural.
A menudo nos sucede de tener un mal día, o un tema de preocupación que ocupe nuestros pensamientos por completo. En esos días, respira hondo y sal a caminar, conversa algunos minutos con un colega, y bebe una bebida caliente. Si en verdad no te sientes inspirado, sentarte a trabajar en esas condiciones no será productivo. En cambio, haz alguna otra labor: archiva documentos o haz alguna tarea mecánica para la que no necesites demasiada organización, pasa en limpio las anotaciones, ordena los archivos del ordenador o pon en claro tu agenda de contactos. Así, no habrás perdido el tiempo, y evitarás la frustración de no cumplir con tus tareas diarias.
