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Versión para imprimir del artículo ¿Qué hace al mejor supervisor de área?. No incluye formatos especiales ni imágenes.
En las grandes organizaciones, las labores se dividen por sectores o departamentos, cada uno comandado por un encargado o supervisor de área. Estos son suertes de mini-CEOs, cumpliendo el cargo máximo pero con otros cargos por encima del suyo. Si estás en suerte y siendo considerado para una supervisión de área, aquí te contamos cómo ser la mejor persona para el cargo y seguir creciendo en el campo laboral.
Los mejores supervisores no buscan crear a la mejor estrella del lugar, sino aprovechar las virtudes y puntos fuertes de cada uno de los empleados del sector. Saben dividir equipos de trabajo a partir de estos detalles, considerando también los puntos débiles de su plantel laboral. Al formar los equipos toman el cargo de mando, sin delegar la responsabilidad a sólo un empleado, sino facilitándole a cada uno cumplir con sus asignaciones.
Analiza a los empleados del sector para conocer sus fortalezas y debilidades, llevando cuenta de esta información para configurar diferentes grupos ante cada necesidad específica del departamento.
Si el plantel laboral del departamento carece de los conocimientos adecuados, procura establecer un ciclo de capacitaciones aplicables a cada sector. Busca información, cursos y lecturas para enviar por correo a los miembros de tu departamento, y consulta con tus superiores la posibilidad de determinar ciclos y talleres que busquen el mejor desempeño de todos los empleados, incluyéndote a ti para dar el mejor de los ejemplos.
Debes predicar con el ejemplo. El mejor supervisor llega siempre primero y es el último en salir de la empresa; es siempre puntual para las reuniones y atiende a todas las actividades laborales y extra laborales para fomentar las mismas actitudes en sus empleados. A la hora de determinar prioridades, el supervisor ejemplar pone siempre por delante el bienestar y beneficio de sus empleados, procurando que cuenten con los elementos y los tiempos de descanso más adecuados, pero exigiendo el cumplimiento de las tareas.
Un buen supervisor determina agendas y metas para cada empleado y grupo. Los reúne al comienzo de cada mes y de cada semana para determinar la meta por alcanzar, dividiendo las asignaciones a cada persona y equipo de trabajos. Así, los empleados podrán ordenar sus acciones para poder cumplir, siempre sabiendo cuál es la meta a alcanzar.
Puedes determinar competencias saludables, beneficios para los más productivos y no te olvides de crear algunos entretenimientos en medio de la semana, como un día con media hora extra para el almuerzo o un encuentro mensual fuera de la oficina, para crear también un buen ambiente laboral y mantener siempre alta la moral y la motivación en tu grupo de trabajo.
