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Versión para imprimir del artículo Personal branding: tu marca personal. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Cuando hablamos de branding solemos remontarnos de inmediato a empresas, corporaciones y proyectos comerciales o laborales. Pero tú mismo también debes tener en cuenta a tu branding personal, pues sea cual fuere la corporación donde trabajes, tu imagen te acompañará a todo momento, y puede ser lo que abra o lo que cierre puertas en tu camino.
El branding es la “creación” de una marca, un estilo, una apreciación. Si abres un comercio de venta de artículos de limpieza, es el branding lo que hace que tu marca sea recordada, bien apreciada, y que las personas decidan ir a tu comercio y no a la competencia.
De igual manera, el branding personal es lo que hace que, por ejemplo, los empleadores te seleccionen de entre un grupo de colegas, y que tu nombre sea el primero en ser nombrado cuando se pregunta quién es la persona idónea para la labor.
En primer lugar, debes pensar en ti mismo como en una marca comercial. Tu nombre es tu marca, y tu imagen es la identificación de esta marca. Debes diseñar un perfil adecuado, que se complemente con las búsquedas del mercado, y brindar un producto llamativo e interesante. Para ello, debes capacitarte en la labor, poner en marcha tus conocimientos, seguir aprendiendo siempre.
Por otro lado, tu imagen también acompaña a tu marca personal. La ropa que vistes, la manera en la que te peinas y te arreglas, la sonrisa en el rostro y el trato cordial y respetuoso forman parte de tu imagen “de marca”. Tu puntualidad, y responsabilidad y dedicación son otros de los elementos infaltables en una buena concepción de personal branding.
Ten siempre en mente la imagen de marca de tu ser, como debes tener en cuenta la imagen de marca de un producto. Si tu personal branding ha sido diseñado según un perfil profesional, bien predispuesto y responsable, seguramente no irás por allí faltando al trabajo ni llegando tarde cada día a la oficina.
Debes ser consistente con este perfil. Con sólo una reunión a la que llegues tarde estarás atentando en contra de la imagen que estás creando; un exabrupto, una pelea con un colega o un acto irresponsable de tu parte tirarán por el suelo la imagen de marca que te has esforzado de crear.
