El burnout, o síndrome del trabajador quemado, es un pesar cada día más habitual en nuestros tiempos. Se trata de un complejo conjunto de sensaciones que incluyen angustia y depresión, falta de inspiración y motivación, cansancio generalizado y la sensación de, simplemente, no poder seguir adelante.
En lo que respecta al trabajo digital, el burnout deja al redactor del blog o al creador de contenidos sin inspiración alguna, completamente agotado. Suele suceder cuando el trabajador ha realizado un continuo empeño, trabajando a todo motor sin darse el suficiente descanso, ya sea en lo físico como también en lo mental. Luego de años de jornadas extensas, fechas límite y la presión (impuesta y autoimpuesta) de generar contenidos y labores de alta calidad, el trabajador digital llega a un punto de vacío emocional que le impide seguir generando labores, que lo frena de ponerse en acción.
Pues la falta de inspiración es uno de los síntomas más claros. Un desgano generalizado se asienta en el trabajador digital, una ausencia de ideas notoria, una sensación de haber ya agotado todos sus recursos. En lo físico, las señales del síndrome son similares a las de la depresión: angustias, temores, cansancio mental y también físico, movimientos lentos, incluso confusión y letargo a la hora de ejecutar tareas simples y cotidianas, como tomar el mouse para diseñar y diagramar, o escribir palabras en el teclado del ordenador.
Cuando eras niño y te quitaban las amígdalas de la garganta, el único consuelo era que, en el post operatorio, debías tomar mucho helado. Algo similar ocurre aquí: si sufres del síndrome del trabajador quemado, el primer paso de acción en busca de la solución es tomar unos días de descanso. Vacaciones fuera de casa o dentro es lo que se necesita, siempre y cuando respetes el estar alejado del ordenador o de la fuente de trabajo por dos o tres días.
Procura descansar lo suficiente y lograr separar tu vida personal de tu vida laboral, a diario. Si estás tumbado en el sofá viendo una película, disfrútala y préstale toda tu atención, en lugar de estar pensando en los pendientes del trabajo; a fin de cuentas, mañana será un nuevo día laboral que deberás enfrentar de todos modos. El descanso físico y mental es la mejor manera de prevenir este síndrome, cada día más presente en las oficinas y labores del mundo entero.