Si te toca contratar a nuevo personal para la empresa o para tu propio proyecto, debes aplicar tu mejor criterio en ello. No tomes decisiones apresuradas, sino que has de tomar tu tiempo para analizar a cada candidato, eligiendo al que sea más apropiado para el cargo a ocupar y que vaya más en sintonía con la filosofía de la corporación.
El amiguismo puede conseguirte buenas entradas al partido de fútbol o descuentos en alguna tienda, pero no tiene lugar alguno en la contratación del personal. No elijas a conocidos y amigos sólo porque sí, pues podrías terminar por dañar a la empresa a causa de su poca capacitación y dedicación.
Si el amigo o el conocido estuviese bien capacitado para el cargo, de todos modos debe pasar por un sistema de filtros y en competencia con otros candidatos. Sólo por hacer un favor a un amigo no debes poner a riesgo a la corporación, sino que has de contratar a la persona mejor capacitada para el puesto. Si tu amigo tiene serios problemas financieros, seguramente podrá encontrar un puesto en otra empresa, en un cargo menor que no requiera de tanta capacitación, e incluso podrías dar tu recomendación para respaldar su contratación por otra empresa.
¿Recuerdas a Susan Boyle, la participante del concurso televisivo de talentos británicos? Ni bien subió al escenario, su apariencia poco agraciada y su carácter endeble provocaron risas y desconfianza, pero ni bien tomó el micrófono la sala entera quedó en lágrimas de emoción. Lo mismo puede ocurrir al contratar personal para tu empresa: no te dejes llevar por la apariencia o siquiera por la primera impresión, pues puede haber un diamante brillando por debajo de esa imagen de carbón.
Para contratar al personal idóneo no debes de fijarte en la apariencia personal ni en su aspecto corporal. Seguro que el candidato que se precie de serio y formal acudirá a la entrevista bien vestido, aseado y bien predispuesto, estos detalles serán tenidos en cuenta, pues hablan de su deseo de ser contratado. Pero si viste fuera de moda, tiene un corte de cabello extraño o no es agraciado físicamente no serán detalles a considerar, pues no hablan de sus capacidades.