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Versión para imprimir del artículo Pensamientos que arruinan tus entrevistas de trabajo. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Un CV impresionante, una brillante carrera académica, una formación envidiable y años de experiencia en el trabajo parecen la receta del candidato a elegir. Pero lo cierto es que todo esto puede verse opacado cuando no te luces en la entrevista laboral, por el motivo que fuere. Conozcamos aquellos pensamientos que debes evitar, para poder resaltar y ser la clara elección de contratación.
Esa es la clave absoluta, tanto para las entrevistas de trabajo como para casi cualquier situación de vida. Pensar en positivo es lo que te da confianza, eleva tu autoestima, te pone en movimiento con esperanza y bienestar a todo momento.
Pensamientos que tienden a lo negativo no sólo afectan tu modo de pensar, sino también bajan la intensidad de tu voz, modifican tu rostro (dándote un gesto poco agraciado) y hasta modifican tu postura corporal, con los hombros hacia abajo y la cabeza gacha. Por eso, evita a todo momento los pensamientos negativos como “no conseguiré este trabajo”, pues si dejas que esta falsa idea ingrese en tu mente, eso es exactamente lo que reflejarás en tu actitud. Reemplaza ese pensamiento por “conseguiré ese trabajo, estoy seguro”. Y, si a final de cuentas no lo consigues, al menos sabrás que diste tu mejor esfuerzo.
Pensamientos como “no soy tan bueno como aquel candidato” o “ese otro tiene más años de experiencia que yo” no te llevan a ningún sitio, a ninguno bueno, al menos. La comparación es una enorme enemiga a vencer, ya sea al respecto de los demás candidatos, del personal de la empresa o respecto de ti mismo. Tienes la edad que tienes, el aspecto que tienes, y los conocimientos que tienes, los que puedes aumentar y mejorar si te pones en ese plan. Compararte con quien tiene un beneficio sobre ti es absurdo, mejor sería cultivarte para estar en la cima de tus capacidades y dar lo mejor de ti, sea quien fuere tu competencia en esa candidatura.
Los nervios son malos consejeros, te frenan de la acción, permiten que el temor se instale en tu ser. En cambio, la ansiedad positiva es lo que te deja sentado al borde de la silla, esperando tu turno para dar la entrevista y para conocer su resultado. Maneja tu nivel para no demostrarte demasiado ansioso ni desesperado, y ciertamente elimina los nervios.
Piénsalo de esta forma: ya estás en la entrevista, y de ella puede depender el resultado. Si te muestras nervioso, no estarás sino alimentando el monstruo que te aleja de la labor. Mucho mejor es mostrarse natural y honesto, tal y como eres y con la mente abierta y relajada.
Dicen las abuelas que “todo pasa por algo”. Mostrándote natural será el jefe y el amo de ti mismo en esa situación de entrevista. De este modo, si consigues el trabajo, será gracias a ti mismo, y si no lo consigues, pues significará que hay otro trabajo mejor esperándote, mucho más pronto de lo que piensas.
