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Versión para imprimir del artículo Cómo cuidar de tu salud si trabajas por tu cuenta. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Si trabajas para una empresa, tienes algunos asuntos que puedes quitar de tu mente. No debes recordar (ni preocuparte por) pagar tu seguro social o sistema de obra social, no debes ir a cumplir el papeleo legal, ni hacer muchas cosas que la empresa hace por ti.
Pero cuando eres trabajador autónomo, eres tu propio jefe y debes atender a tus labores y también a todos estos temas. El orden y la organización serán tus mejores armas, para no descuidar de tu bienestar y seguir rindiendo productivamente en tu trabajo, con sólo dos pequeños cambios que puedes aplicar desde hoy.
Lo primero a lo que debes atender al ser trabajador por cuenta propia es a tus horarios. Aunque tienes más flexibilidad, debes respetar a conciencia tus horas de descanso. Quienes trabajan en casa tienen problemas a la hora de distinguir este asunto, pues suele ocurrir que terminan por trabajar en días domingo o fuera de hora. La mejor manera de evitar excederte en los horarios laborales es preguntarte, antes de comenzar a trabajar, si esto ocurriría al trabajar en una oficina.
Supongamos que es día feriado, un día para descansar y cultivar nuestra vida social y personal. Pero no sabes qué hacer, y te diriges a tu oficina hogareña… piensa antes de actuar: aunque tienes plena libertad de ponerte a trabajar en cualquier momento que te plazca, debes preguntarte si podrías estar trabajando si fueses empleado en una corporación, con horarios fijos.
Al evitar trabajar en tiempos “fuera de oficina”, permitirás un más adecuado descanso de tu mente y de tu cuerpo, haciéndote lugar para la vida personal, familiar y social, para realizar deportes, para tener un hobby o vivir un poco de ocio. Esto evita el estrés, el síndrome del burnout y te mejora a nivel físico y emocional: cuida de tu bienestar respetando los horarios de trabajo.
Mes por mes debes cumplir con el papeleo legal, con los aportes jubilatorios y de sistema de salud, y otros asuntos de los que, normalmente, un empleado contratado no debe preocuparse, pues son acciones que cumple la empresa. La mejor manera de evitar olvidar pagos e incumplir con estas obligaciones es llevar una agenda. Puedes elegir una en papel o una electrónica, que te recuerde con alarmas las fechas de vencimiento o plazos máximos de los pagos uno o dos días antes, para poder cumplir con todos los pendientes. Recuerda que si no pagas una boleta, podrías quedarte sin alguna cobertura o infringir la ley. Aprovecha los sistemas tecnológicos a tu disposición, como los recordatorios y planificadores online, para mantenerte organizado y sin demasiadas preocupaciones.
Otra buena idea es planificar de modo de poder ejecutar varias obligaciones a la vez. Determina los pagos del mes en el primer día de vencimiento, para pagar todos los pendientes en ese día. De este modo, podrás hacer sólo un viaje a la ciudad por mes y aún así cumplir con tus obligaciones, sin estrés ni pérdida de tiempo.
