Si sueles almorzar en la oficina, olvídate de las comidas rápidas, los snacks que tienen poco que ver con la buena nutrición, y las comidas insípidas que sólo te dejan con más hambre. Aquí te contamos los secretos indispensables para la planificación del menú del almuerzo, completo y sabroso, preparando tus propias viandas.
La planificación, en este tema, lo es todo. Dedica unos minutos en el fin de semana para planificar las comidas semanales, y así evitar las repeticiones. Organiza comidas que puedas preparar de antemano, congeladas o mantenidas en la nevera, que luego puedas consumir frías o bien calentarlas en el horno de microondas de la empresa.
Las comidas predilectas para las viandas de oficina incluyen los sándwiches completos (con proteínas, fiambres y vegetales de hojas), las ensaladas, las sopas completas deshidratadas (no sólo caldos y consomés, sino sopas con granos y pastas secas), las tartas y algunos más, a tu gusto.
Cuando planifiques tus menús semanales, evita caer presa de la excesiva practicidad. Prepara alimentos completos con carnes y vegetales, y empaca una pieza de fruta fresca para complementar tu alimentación.
Se práctico a la hora de combinar los ingredientes. Por ejemplo, si preparas un pollo o una pieza grande de pollo, podrás utilizarlo en sándwiches de pollo y hojas verdes, en ensaladas con pastas, y también solo, acompañado de una porción de arroz. Las tartas son una gran idea, ya que puedes preparar una tarta entera y llevar una o dos porciones como vianda al trabajo, para comer el resto en las cenas en casa.
Una vez planificado tu menú semanal, ya puedes ir a hacer las compras. Aprovecha tus fines de semana para preparar tus comidas, así en la semana tendrás más tiempo libre para disfrutar de tu hogar en lugar de cocinar a diario, de manera obligatoria. Preparando las comidas el fin de semana, también, podrás preparar platos más completos.
Luego, prepara el contenedor de tus viandas. Aprovecha los recipientes plásticos de cierre hermético, que mantendrán frescas tus comidas. También las bolsas de cierre hermético son adecuadas. Si vas a llevar alimentos que requieren de frío, no olvides colocar dentro del contenedor un refrigerante, para evitar perder o romper la cadena de frío.
En lo posible, lleva una fruta que tenga buena resistencia a ser mantenida en el contenedor, como una manzana roja o verde, o una banana o plátano. Agrega también algunas galletas secas o un bollo de pan, negro o de salvado de preferencia, para complementar tu menú. Estos dos componentes, si no fueran consumidos, podrán ser regresados a casa sin dificultades.