En la oficina, existen sucesos o actitudes que pueden molestarnos, interrumpirnos y hasta afectar nuestro trabajo. Estas molestias generalmente son originadas por nuestros compañeros de trabajo.
Para evitar que estos detalles te estresen y disminuyan tu capacidad en la oficina, detéctalos y sigue estos sencillos consejos:
En ocasiones, tus compañeros de oficina pueden tener manías en el teléfono que llegan a molestarte. Una de ellas es hablar demasiado fuerte o casi a gritos, realizar llamadas personales varias veces durante el día.
Algunos compañeros de trabajo tienden a expresar sus gustos musicales de manera clara, por ejemplo, en el tono de llamada de su celular. Tal vez hayas tenido que soportar algún tema musical repetitivo y a un alto volumen antes de que tu colega responda su teléfono, o durante minutos sonando en el celular olvidado en el escritorio.
También es común que los compañeros utilicen su computadora como aparato de sonido personal y escuchen música a todo volumen. Este detalle te molesta más, seguramente, si la música que escucha no es de tu agrado.
A veces, algunos de tus colegas se dedican a sostener conversaciones ajenas al trabajo en medio de la oficina. Los chismes del fin de semana sólo son interesantes si tú también participas en la conversación, de otro modo te distraen y pueden afectar tu productividad por más que intentes evitarlo.
Si estas actitudes te han llevado al límite de tu paciencia, tienes dos opciones: Tratar de evitarlas o hablarlas de frente.
La primera alternativa se trata de ignorar las actitudes molestas de tus compañeros e intentar seguir con tu trabajo. Para ello, puedes conseguir unos buenos audífonos y disfrutar tu música preferida en vez de escuchar sus llamadas telefónicas, conversaciones o música.
Si esto no funciona, o es imposible que estés aislado con tus audífonos, sólo te queda la segunda opción.
Es difícil, pero la comunicación es la herramienta principal para evitar problemas. Una petición amable y honesta puede hacer que tu compañero se sienta avergonzado y reduzca sus actitudes odiosas.
Este recurso también incluye la negociación. Tus compañeros y tú pueden acordar que durante las horas de trabajo no se escuche música, o que cada uno elija un disco por turnos, para que cada quien escuche algo de su gusto.
También pueden designar reglas como que las conversaciones telefónicas personales se atienden fuera de la zona de trabajo, y que las conversaciones personales se realizan sólo a las horas de descanso.
Habla con tus compañeros y verás resultados.