¿Tu ordenador tiene Wi-Fi? ¿Un cliente te ha preguntado las especificaciones de tu servicio de Wi-Fi dentro de la oficina? No te desesperes, aquí te contaremos algunos detalles para comprender esta tecnología más a fondo.
La sigla o denominación Wi-Fi o WiFi, se refiere al término en inglés “Wireless Fidelity”, que significa “Fidelidad Inalámbrica”. Se trata de un servicio de conexión a la red virtual (Internet o red interna) de manera inalámbrica, satelital y mediante ondas radiales mayormente, es decir: sin cables u otros equipos semejantes.
Su metodología es sencilla: un servidor o equipo conectado a Internet ha de disponer de un módem o proveedor del servicio Wi-Fi, accesible para los equipos dentro de su red de acción, que cuenten con la tecnología necesaria para decodificar esta señal.
Cada servidor del servicio de conexión inalámbrica posee un determinado rango de acción. A partir de la base central, fija, el aparato posee un diámetro específico en el que es capaz de proveer el servicio, fortaleciéndose su señal a menor distancia con esta base de servicio. La potencia y la amplitud del radio de acción dependerá de la fortaleza de la intensidad y de la capacidad del aparato proveedor, según sus velocidades de transmisión, de 802,11g a 802,11e las actuales más convencionales, de 2 a 5 GHz.
En las oficinas y en espacios de uso público o comunitario, los servicios de WiFi efectivizan los procesos de intercambio de información. Un solo servidor posibilita la conexión simultánea de múltiples equipos (notebooks, netbooks, ordenadores de escritorio, y también teléfonos móviles, GPS y otros aparatos con tecnología WiFi). Esto posibilita el traslado de las labores por la oficina y hasta fuera de ella, haciendo más libre la labor, y también más funcional y efectiva. Incluso muchos gobiernos están optando por emitir señales de WiFi libres de códigos de seguridad, para su uso público, siendo así una forma libre de costo en la que casi cualquier persona puede acceder a la red de redes.
El tipo de emisión de la señal de Wi-Fi es similar al de las ondas radiales. Esto facilita una mejor expansión de la señal, minimizando los obstáculos de las estructuras edilicias u otros elementos, a diferencia de lo sucedido con el servicio de internet satelital, que a menudo se ve imposibilitado de acceso en estructuras metálicas u otras similares.
Si es la primera vez en la que vas a utilizar una conexión Wi-Fi desde tu ordenador o desde algún dispositivo, debes conectarte a él. Para ello, dirígete a la opción de Conexiones o Conexiones inalámbricas, desde el panel de Control, el Navegador, el sector de Inicio o el botón correspondiente, según el dispositivo que tengas en mano. Despliega la lista de conexiones disponibles, y selecciona una con buena intensidad de señal (puedes ver las barras que se rellenan conforme se recibe la señal con mayor intensidad). Si la conexión es libre, el artefacto se conectará por su cuenta. De lo contrario, debes introducir una clave. Si no ves dispositivos en la lista, prueba con reiniciar el ordenador o el aparato para detectar las conexiones posibles. Luego, puedes establecer la conexión instantánea a esa red, de modo que la próxima vez que te encuentres bajo su influencia, no necesites realizar esta conexión manualmente.