Después de vivir extasiados de tareas en la oficina o nuestro trabajo, resulta muy necesario tomarnos un tiempo para relajarnos en cuerpo y mente.
El ejercicio de relajación mental que explicaremos requiere de dos cosas básicas: un poco de práctica previa en técnicas de relajación, y alrededor de 20 o 30 minutos de tiempo. Puedes intentarlo en casa primero, hasta habituarte a su práctica. Luego, podrás dedicarle unos minutos de tu hora de almuerzo, por ejemplo, para recobrar energías y terminar la jornada laboral con más ánimo.
Para comenzar, debemos sentarnos muy cómodamente, con la espalda recta, bien apoyada en la silla, los brazos relajados, con las manos apoyadas sobre el regazo o cruzadas sin tensión. Una vez que encontremos la mejor posición y nuestro cuerpo esté relajado, empezaremos a repetir una frase tranquilizadora, como “me siento en paz”, o “me siento tranquila/o”, o cualquiera por el estilo. Debemos repetirla hasta que (y esta parte es básica) internalicemos el sentimiento de paz. Respirar en forma lenta y pausada nos ayudará a mantener el cuerpo relajado, y a alejar otros pensamientos. Sólo cuando realmente nos sintamos en paz podremos pasar a la siguiente etapa del ejercicio.
Luego, nos enfocaremos en cada parte del cuerpo, comenzando por los pies, y relajaremos en forma completa los músculos, hasta sentir que cada miembro pesa. Iremos ascendiendo hasta llegar al cuero cabelludo. Cuando todos tus músculos estén relejados, podrás pasar a la fase siguiente.
Esta fase requerirá de cierto tiempo, por eso te recomendábamos, al principio, que primero internalices el ejercicio en casa. Esta es la fase de regulación cardíaca. Consiste en repetir una frase con ritmo constante, y tratar (o imaginar, al principio) que los latidos del corazón se adecuen al ritmo de la frase. Obviamente, no elegiremos nada alocado, sino que se adapte al ritmo natural del corazón.
La última parte consiste en regular la respiración. Debemos lograr que tenga un ritmo natural pero constante, que todo el proceso (aspiración y espiración) dure siempre la misma cantidad de tiempo. Probablemente ayude hacer, al comienzo, una inspiración profunda, para luego soltar suave y lentamente el aire. A partir de ese momento, regularemos el ritmo respiratorio. Como ya hemos visto, al principio podemos ayudarnos contando.
Trataremos de permanecer no menos de 5 minutos en cada fase.
Para salir del ejercicio, es recomendable hacerlo muy lentamente, abriendo primero los ojos, y comenzando a mover manos y pies muy lenta y suavemente; no te pongas de pie de inmediato, date unos minutos para recobrar tu ritmo habitual.
Este ejercicio es parte de una técnica de meditación, pero lo hemos adaptado para lograr relajarnos mentalmente cuando sólo tenemos unos minutos disponibles.