Oficina y Bienestar >> Indice >>
Tres errores comunes que te impiden conseguir empleo
Errores muy habituales que impiden conseguir trabajo
A veces el proceso de conseguir trabajo se convierte en un camino largo y empinado. Aunque hemos estudiado, nos hemos preparado y contamos con buen currículum y experiencia, no encontramos ese trabajo soñado. Y es que puede que estés cometiendo algunos de los errores comunes que te obstaculizan llegar a la meta.
Quizás el obstáculo más habitual en quienes buscan empleo sin éxito es que han restringido sus propias opciones. Sus búsquedas se orientan hacia un puesto específico y, si no encuentran ninguno, descartan las demás opciones. Pues este es un “error”, ya que a veces sólo necesitamos ingresar a la empresa, y construir desde allí nuestro camino a la cima.
Aunque has estudiado y conseguido un título, una maestría y una carrera académica notable, si el mercado sólo te ofrece puestos de baja jerarquía, no los descartes: si la empresa bien lo vale, puedes ingresar como cadete e ir ascendiendo y creando buenos contactos desde allí.
Tampoco debes descartar, de antemano, algún rubro o sector diferente al que habías planificado. Si estudiaste una ingeniería en petróleos seguramente preferirías trabajar para una corporación petrolera, claro, pero si pudieras ampliar tus horizontes laborales (por ejemplo, quienes tienen un MBA, por citar un caso) tendrás un mondo de posibilidades a tu alcance.
Muchos se comportan a la perfección durante la llegada a la empresa y la entrevista laboral, pero presentan un comportamiento inadecuado en otros ámbitos de la vida. Supón que apareces constantemente en fotografías de sociales, en eventos nocturnos, o que tu perfil de las redes sociales te exhiben en cuestionables poses… pues lo más probable es que si el empleador conoce estos detalles, no te elegirá. Y ya que se trata de información pública, es muy probable que te busque.
Por eso, procura mantener una imagen como si tu jefe potencial te estuviera observando, en especial en eventos públicos y sociales. De hecho, una gran moda en el proceso de selección es realizar la entrevista en un escenario anexo a la oficina, como en almuerzos ejecutivos u otros. Esta es la manera en la que los empleadores observan tu comportamiento social, por fuera de la empresa: evalúan cómo es tu trato hacia el mozo, cuál es tu conducta social o tu grado de sociabilidad, tu determinación a la hora de elegir el sabor del café y demás. Y este no es un dato menor.
A veces la preparación y la experiencia pueden verse opacadas por un mal aspecto personal. Llegar a una entrevista con olor a cigarrillo, despeinado, con la ropa arrugada o abrir el maletín en medio de la entrevista sólo para ver salir volando papeles y envoltorios de golosinas, puede darle al entrevistador una imagen prioritaria de ti, que no será la más adecuada para el puesto ofrecido.
Mantén tu ropa de entrevistas siempre lista, limpia y prolija. Evita fumar o comer alimentos especiados, al igual que golosinas de aromas agresivos antes de la entrevista. Corrobora tu buen aspecto en un espejo de mano antes de ingresar a la empresa (y no dentro, pues recuerda que hay cámaras de seguridad) y, si hubieses tenido un contratiempo como una mancha en el saco, excúsate antes de comenzar la entrevista y ve al tocador para solucionarlo, denotando respeto por el entrevistador a partir de tu apariencia.
