La primera impresión al buscar empleo

La importancia de la primera impresión al buscar trabajo

Es bien sabido que “la primera impresión es la que cuenta”. Cuando conocemos a una persona, hay pocos segundos que nos permiten causar una buena o mala impresión. Luego, conocerla (y que él o ella nos conozca a nosotros) podrá cambiar la percepción que tengamos. Pero es también sabido que una mala primera impresión demora el proceso y minimiza las buenas oportunidades, en especial en lo que se refiere a conseguir el trabajo soñado.

Las investigaciones han demostrado que la primera impresión toma tan sólo 7 segundos. En estos instantes nos comunicamos, mostramos lo que somos, en este caso, ante el seleccionador, entrevistador, head hunter o posible contratador. Pero no es sólo nuestras palabras lo que causa la primera impresión, es todo lo que comunicamos, en todas las formas en que lo hacemos.

Nuestra apariencia, la higiene y la prolijidad, nuestra vestimenta y peinado, nuestra postura, si tenemos o no objetos poco meritorios en las manos, si respiramos demasiado fuerte, si nuestro tono de voz es demasiado bajo, si miramos al rostro… es casi infinita la lista de gestos, acciones y situaciones que crean la primera impresión que nuestro –posiblemente- futuro jefe tomará de nosotros.

Consejos para causar la mejor primera impresión

En lo que respecta a conseguir un empleo, para causar una buena primera impresión debes mostrarte respetuoso y agradable, proactivo, bien predispuesto. Puedes lograrlo teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Vestimenta: Elige una prenda de vestir o un conjunto que vaya al tono con la situación. Si aplicas para un puesto menor, tu traje más fino puede no ser siempre la mejor elección.

Siempre viste ropas limpias, sin arrugas ni marcas, con todos sus botones y en buen estado. Complementa con calzado limpio (lustrado o no) y con accesorios que no sean demasiado llamativos o extravagantes.

Mira a la otra persona a los ojos. Mantén la sonrisa en tu rostro, no una demasiado grande, sino un gesto amable, sin el ceño fruncido y con buen gesto de respeto y de bienestar. Saluda con corrección, mirando a los ojos y sonriendo, con un apretón de manos a hombres y mujeres por igual.

Mírate al espejo. Antes de ir al encuentro con la otra persona, mírate en el espejo. Verifica que estés bien peinado, con la corbata derecha, sin demasiado escote y con buen maquillaje, según sea el caso. Practica tu saludo frente en casa antes de salir.

Cuida los aromas: Puedes consumir una pastilla de menta para mitigar el mal aliento, producto del consumo de comidas demasiado fuertes, caramelos frutados, fumar o haber pasado muchas horas sin comer. Otros aromas también deben ser tenidos en cuenta: el perfume debe ser suave y las prendas y cabello deben estar libres de olor a tabaco.