Cuando te postulas a un empleo te solicitan que brindes tu currículum vitae u hoja de vida, y también que des ciertos datos. Por ejemplo, se suele pedir que brindes detalles de tus referencias, tanto personales como laborales, citando nombres, cargos y números de teléfono o direcciones de correo electrónico para saber más de ti. En otros empleos, quizás más específicos, se pide tu número de documento de identidad, de seguro social u otro, y hasta certificados de “buena conducta” o de registros policiales. ¿Qué se busca exactamente en los análisis de antecedentes y referencias?
Cuando piden referencias personales, la empresa se contactará con tus referidos para que comenten sobre ti a nivel personal, si eres buen compañero, si eres una persona alegre o tendiente a la depresión y al mal humor, y todo detalle que quieran aportar. Asegúrate de presentar dos o tres personas que hablen bien de ti y de tus fortalezas, y que estén al tanto de la posibilidad de ser contactados.
Las referencias laborales son otros contactos a quienes se les consultará tu actitud en relación a lo laboral: si eres participativo, buen compañero o colega, si tienes logros confirmados o, también, si has cometido errores o tenido peleas; básicamente, se consultará si conviene o no contratarte en relación a tu actitud.
Ya sea mediante Internet, realizando búsquedas en motores con tu nombre, o también mediante informes de entidades, estos son los detalles que se buscan en un análisis de referencias y antecedentes básico:
Se trata de saber si tienes registro policial, si has estado en prisión, si te has visto envuelto en situaciones ilegales u otras a nivel policial y judicial (criminal). Estos informes se solicitan a las entidades federales correspondientes, o quedan asentadas mediante la solicitud de un certificado de antecedentes policiales o de buena conducta.
Mediante buscadores o solicitando información a los ministerios y secretarías de las personas, la empresa puede solicitar tus antecedentes civiles. Allí se analiza si estás afiliado a un partido político o si militas, si tienes o has tenido (o buscaste) cargos públicos, si eres residente nativo o legalizado del país, si tienes permisos de trabajo y demás.
También se puede conocer datos de tu actividad familiar (composición de la familia, detalles de interés y otros), así como tu historia crediticia (sabiendo, por ejemplo, si has declarado bancarrota u otros particulares).
Se busca saber si tienes o has tenido enfermedades infectocontagiosas, condiciones particulares, adicciones y tratamientos, o si tienes certificados de discapacidad. Pueden solicitártelos a ti, mediante exámenes específicos, o pedirlo en el registro nacional. Allí se determinará, también, si recibes subsidios de salud o si participas en ensayos clínicos y otros detalles.
Recuerda que los detalles especificados en tu candidatura o postulación y en tu CV pueden ser verificados, solicitando información en las entidades educativas y en los sitios (laborales y sociales) mencionados. Asegúrate de ser específico y honesto con tu información.