Cómo hablar de uno mismo en una entrevista laboral

Cómo responder al famoso 'Hábleme de usted'

La mayoría de las entrevistas para ascensos y promociones se realizan dentro de la misma empresa. Pero en multinacionales o compañías de gran envergadura, puede que el departamento de personal no se encuentre en el mismo edificio, siquiera en la misma ciudad, y cada evaluación es desarrollada por una persona a la que ni siquiera conoces. Y lo mismo se aplica para entrevistas laborales de candidatos que se postulan para ingresar.

Cuando no conoces a tu reclutador, debes actuar como si estuvieses en una primera entrevista. Debes saber que se aplicarán casi las mismas preguntas, aunque tengan tu legajo y conozcan tus antecedentes. Y, entre estas preguntas, una de las más usuales es el pedido de hablar sobre ti mismo, en una declaración libre o al respecto de por qué quieres el nuevo cargo y qué te habilita para conseguirlo.

Respuestas según quien decide el ascenso

A veces sucede que la organización ni siquiera cuenta con el departamento de personal, o posee la política interna que dicta que los ascensos y promociones serán determinados de manera directa por el supervisor, jefe, gerente (CEO) u otro cargo superior. Por eso, si te estás postulando para un ascenso, debes conocer quién será el encargado de tomar la decisión, para adecuar las respuestas que darías en cada situación, haciendo tu propio estereotipo de los tipos de entrevistadores.

Por ejemplo, supongamos que la entrevista la realizará el encargado de Recursos humanos o un miembro del departamento de personal. Son personas atareadas, muy enfocadas en la tarea, que gustan de hacer descubrimientos e inferencias a partir de la lectura de los candidatos. Vístete para la ocasión: habla a través de tus palabras, pero también de tu ropa, de tu imagen personal, tus gestos y los elementos que lleves en las manos, como folios, carpetas, laptops u otros, según el cargo.

Supongamos, en cambio, que se trata del gerente o jefe de finanzas. Ellos suelen ser los encargados de la selección de programadores, de ingenieros, de contadores, encargados de compras y de otros cargos afines, pues a menudo ellos mismos poseen estas actividades. Suelen ser personas sistemáticas, amantes de las técnicas y de los procedimientos establecidos. Cuando hables de ti en el análisis, asegúrate de incluir palabras como “sistemático”, “procedimiento”, “planificación” y otras similares para capturar su atención, y defínete a ti mismo también bajo estos conceptos.

Si el análisis se hace por parte del supervisor de ventas o de atención a clientes, sabrás que se trata de una persona para la que la apariencia y la simpatía son detalles imprescindibles. Procura ser elocuente, mantener la sonrisa en el rostro y ser servicial. Propone soluciones a los interrogantes, postula nuevas ideas, menciona tu conocimiento sobre el producto o servicio de la empresa.

En cambio, si el análisis se hace por el CEO, el gerente general o el jefe, debes ser respetuoso. Nada satisface a un jefe como un empleado que lo admira: procura incluir en tu discurso detalles como cosas que hayas aprendido del jefe, algunas palabras propias de su último discurso, sin hacerlo en demasía. No lo memorices: comprende su concepto e interiorízalo, para que en la entrevista puedas dejar en claro que también piensas de “esa manera”.