¿Te has cansado ya de enviar emails y currículums a empresas, sin recibir ese llamado tan esperado que te anuncia la cita para la entrevista?. Pues en esta nota te contamos algunos trucos muy simples que mejorarán tus probabilidades de conseguir la ansiada entrevista laboral. Lee, aprende, y aplícalos cuanto antes, para llegar a ese momento soñado y alcanzar tu meta más rápido.
Las presentaciones espontáneas, como llenar tus datos en una plataforma web o enviar tu hoja de vida al departamento de recursos humanos, generalmente reciben filtros. Por ello, debes evitar los errores comunes y aplicar trucos sencillos.
No ingreses términos generales como “recursos humanos” (a menos que esa sea tu profesión, claro) para disminuir las chances de detección en filtros. También, procura ingresar las palabras que guarden relación directa con el puesto ofrecido. Así, mejorarás tus probabilidades de que tus datos lleguen a una persona que los analice.
Antes de realizar una presentación espontánea o responder a un aviso, haz un poco de investigación sobre la empresa y el puesto. Así podrás conocer los valores que son apreciados en la entidad, las palabras clave a ingresar en tu aplicación, y sabrás que datos son poco valorados por los reclutadores.
También, esta investigación podrá develarte datos que quizás no tenías en cuenta, y que pueden ser, incluso, lo que te dicte no vincularte con la corporación. Por ejemplo, si la entidad es fabricante de un producto o servicio del que estás en contra, seguro querrás saberlo de antemano y no cuando ya estés contratado.
Antes de comenzar tu búsqueda laboral, limpia y ordena tu CV y también tus perfiles en redes sociales, blogs personales y todo sitio web. Elimina comentarios e interacciones que te desfavorezcan, rellena tus perfiles con datos que las empresas aprecien, y quita etiquetas, enlaces y vínculos a fotografías o contenidos que sean personales o de tipo social, inapropiados para la búsqueda laboral.
Recuerda que esto incluye modificar, si fuera necesario, tu dirección de correo electrónico, creando uno o adaptando el actual a tu nombre y/o apellido, en lugar de apodos e identidades graciosas. Haz lo mismo con los perfiles en redes sociales y laborales: puede que ese simple detalle sea lo que esté frenando a las corporaciones a invitarte a la tan preciada entrevista laboral.