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La importancia de las referencias laborales
Cómo solicitar referencias laborales y la importancia de hacerlo
Cuando aplicamos a un nuevo puesto de trabajo, una de las principales referencias que los nuevos empleadores verifican es la del último jefe o empleador. Pero esta no es siempre una referencia posible, de hecho, a menudo no es incluida en los CV por temor a una represalia del antiguo empleador, por una mala referencia o, simplemente, para no tener relación alguna con el último puesto de trabajo. Grave error.
Cuando no incluimos una referencia de nuestro último empleo en la actual aplicación, esto levanta sospechas en el potencial nuevo jefe. Por eso es casi imprescindible incluirla, y aquí te comentamos cómo puedes asegurarte de conseguirla.
Cada empresa, grande o pequeña, tiene sus propias políticas en lo que respecta a las referencias de antiguos empleados. Cartas de recomendación, datos de contacto para consulta o, siquiera, certificados de trabajo son las formas que puede tomar esta solicitud. Antes de abandonar el trabajo o la empresa, averigua la política de referencias y ponte en marcha en el proceso cuanto antes.
En el caso en que tu despido haya sido repentino, olvídate del enojo momentáneo y piensa con claridad: probablemente necesitarás esa referencia para tu próximo empleo. ¿Cómo puedes conseguirla, entonces? Pues habla con tu jefe o superior directo, y agradécele por las oportunidades concedidas y por la experiencia laboral. Comenta que no estás feliz con la decisión, pero que tomas la ocasión como una oportunidad de avance “para la cual te gustaría contar con referencias laborales de su parte”. Finaliza la frase consultando a tu jefe o supervisor si estará de acuerdo con ello, y anota delante suyo los datos de contacto, o al menos haz la pregunta para tener la certeza de poder incluir el detalle en tu CV, sin que caiga por sorpresa a tu empleador.
Si tu último jefe, empleador o supervisor no son buenas referencias laborales, sea por discusiones, por mala relación o por desacuerdos, entonces asegúrate de contar en tu CV con referencias importantes, que puedan dar la tranquilidad a tu nuevo empleador sobre tu capacidad laboral.
No incluyas a tus padres o amigos, o a un conocido que es jefe de un empleo que no es tuyo. En cambio, puedes agregar a tu jefe de trabajos prácticos de la Universidad, para quien hiciste buenas labores, o a tu jefe del trabajo anterior al último, que pueda corroborar que eres un miembro valioso para la entidad. Nuevamente: llámale o preséntate en una cita pactada y consulta su disponibilidad para la referencia, de modo de que no le tome por sorpresa.
En la entrevista para tu nuevo empleo te consultarán sobre tu último puesto de trabajo. Es allí cuando te excusarás adecuadamente, diciendo que abandonaste por desacuerdos en el management, gestión o realización de labores, porque el puesto tenía un techo demasiado bajo, o la razón que fuera, sea por motus propio o por un despido. Allí mismo puedes mencionar que esa es “la razón por la cual no agregaste las referencias en el CV”, o bien podrás indicar que la ausencia de la referencia laboral se debe a que la empresa, el puesto o el estilo de trabajo distan del actual, decidiendo agregar una más cercana en relación a este nuevo puesto que quieres conseguir.
