La entrevista laboral puede prolongarse por dos horas, o perdurar sólo algunos pocos minutos. Lo cierto es que hay preguntas y asuntos claves que definen su éxito o fracaso… y el tuyo en la búsqueda del empleo. A continuación, los 8 interrogantes que definen el resultado de una entrevista laboral.
Lo primero es la presentación. Si bien no es una pregunta en sí, es un detalle fundamental en una entrevista de trabajo. La presentación incluye la manera en la que saludas, mantienes la mirada, dices claramente tu nombre, sonríes, y también describe tu aspecto personal en cuanto a higiene, vestimenta, peinado, maquillaje, accesorios adecuados y demás.
Es una pregunta definitiva. Se te consulta cuáles crees que son tus debilidades. La respuesta debe ser formulada siempre en una afirmación positiva, procurando también dar información buena sobre ti de un modo oculto, por ejemplo: “considero una debilidad que soy muy estricto con mi trabajo, si comienzo algo lo termino sin dejarme vencer” o “soy muy puntual en mis horarios y procuro llegar siempre unos minutos antes de la hora indicada, aunque deba quedarme esperando a los demás”. Nunca digas en tus debilidades datos personales como “soy celoso”, “me desmorono fácilmente” u otros detalles que no quieras que queden establecidos como imagen de ti mismo.
Otra pregunta de rigor. Debes responder a conciencia, elevando tu imagen sobre la empresa, en frases positivas como “me gustaría ser parte de una corporación global como esta, que el año anterior informó un margen de crecimiento del 150%”. Para ello, antes debes saber más sobre la empresa, información que puedes hallar fácilmente en Internet.
La respuesta, en este caso, no debe ir en contra de la última empresa, sino que debe apuntar a tus ansias de superación. Puedes responder que no encajabas con el perfil por buscar siempre nuevos modos de resolver problemas, o que el techo de crecimiento de tu puesto era algo bajo y querías expandirte en tus labores y conocimientos, buscar nuevos desafíos u otras respuestas positivas.
Otra pregunta habitual que debes responder con respeto y cautela. Evita comentar negativamente, aunque la relación haya terminado en conflicto. Responde con frases que denoten respeto por el cargo, siempre con palabras medidas y, en el peor de los casos, hablando sobre las cualidades de la persona como “un hombre muy elegante” o “una mujer muy enfocada en su labor”.
A menudo te presentan una situación hipotética y te piden ideas para resolverla. Evita divagar o responder con frases como “habría que evaluarlo” o “no lo se”, aunque luego complementes. Mejor responde activamente con temas clave, como “investigaría sobre las posibilidades del mercado para hallar soluciones creativas e innovadoras”, adaptando la información al problema presentado.
Las metas deben apuntar al crecimiento personal, pero siempre en relación con la empresa. Responder con “quisiera ser el gerente general” es algo ambicioso. Mejor, responde con frases como “quisiera dejar una buena marca que impacte en el mercado y deje a la corporación como la innovadora” o “quisiera expandirme en mis capacidades dentro de lo mucho que esta empresa tiene para ofrecerme”.