La decoración minimalista en la oficina

¿Qué es el minimalismo?

El minimalismo, en la decoración, indica mantener los espacios libres de perturbaciones, de elementos que ocupen los espacios, e intentando preservar las líneas y formas simples tanto como sea posible. En la oficina, la decoración minimalista permite paz y calma, para facilitar enfocarnos en las tareas pendientes, en armonía con nuestro entorno y con nuestro interior.

El minimalismo en la oficina

El balance energético de la ambientación minimalista es ideal para oficinas en las que se realicen negocios y tratos, en labores que requieran de papeleo, y en la toma de decisiones estratégicas. La simplicidad de las formas en la ambientación minimalista permite que nuestra mente no divague, y que se centre en lo que es importante, urgente, o necesario.

En la decoración minimalista debe primar el espacio abierto y libre, las formas simples, y los colores claros. El mobiliario (incluyendo aquí la mesa o escritorio, los asientos, estanterías, bibliotecas, archivos y demás) debe ser simple y lineal. No debe poseer decoraciones ni molduras llamativas. En lo que respecta a los materiales, pueden ser metálicos, de maderas (en tonos de la gama de blancos, negros y grises, preferentemente) y en acabados lisos y prolijos.

La decoración ha de ser mínima, tal y como lo dicta el nombre de este estilo. Un vaso con tres flores bastará. En las paredes, podemos colocar diplomas o algún cuadro de marco simple, quizás incluso una fotografía en blanco y negro. Debemos evitar los puntos focales demasiado llamativos, como adornos estridentes o elementos poco funcionales.

De preferencia, para una decoración minimalista elegiremos una paleta de colores que incluya tonos de un mismo color. La gama de los blancos y los grises suele ser la más utilizada. También podemos partir de un color más vivo, siempre y cuando respetemos la percepción de serenidad y calma. Es decir: podemos utilizar tonos amarillos, beiges, ocres, verdes y demás, pero evitaremos el azul francia, el rojo o el naranja.

Los papeles y los elementos de trabajo deben quedar siempre en guarda, priorizando el aspecto limpio y ordenado de todos los rincones. Para ello, nos valdremos de muebles de guarda, como bibliotecas, archivos y cajones. Las puertas, preferentemente, serán sólidas y opacas (del mismo material que el cuerpo del mueble) y no de vidrio, para dejar fuera de la vista todos los elementos colocados dentro.

Recuerda que el minimalismo trata de la percepción de lo menos posible, sin que ello signifique “no tener nada en la oficina”. Mantén tus elementos en guarda, tus ambientes ordenados, y verás cómo tu productividad y concentración se ven más enfocadas y eficaces.