El mercado laboral es una constante competencia. Contra los avances, contra los colegas, y hasta con uno mismo. Por eso, mantenernos a la vanguardia y exponernos de la manera más eficaz a los ojos de jefes y superiores pueden ser tus herramientas para llegar a la cima.
Una buena manera de destacar de entre tus compañeros de trabajo es yendo un poco más allá. Si el horario de salida es a las cinco de la tarde, procura no prepararte sino hasta esa hora, y no unos minutos antes. Es increíble cómo sólo cinco minutos pueden hacer la diferencia. Una vez que el reloj marque las cinco, quizás unos minutos después, comienza a prepararte para la retirada. Y, claro, procura no dejar tareas inconclusas antes de dejar tu puesto o dar por cerrado el día.
Ir un paso más allá también significa dar siempre un poquito más. No es necesario dejar todos tus esfuerzos y energías en cada actividad, pero sí procurar avanzar un paso más adelante en tus tareas, por ejemplo. Si ya cumpliste con tu meta del día y tienes unos minutos libres, la mejor manera de destacar de entre tus colegas no es holgazanear, sino comenzar a preparar las bases para las actividades del día siguiente. Si no tienes metas establecidas, entonces aprovecha el tiempo libre para ordenar tus papeles, limpiar tu escritorio y tu oficina, y ofrece tu ayuda a alguien que aún no haya terminado. Y claro, si puedes hazlo de un modo que el jefe lo sepa, aunque sin caer en las trampas de la obviedad, sino haciéndolo de corazón y con buena predisposición.
A cualquier jefe o empleador le gusta el empleado que es autosuficiente, que busca sus propias herramientas de trabajo, que se las ingenia para seguir adelante y sortear los obstáculos que aparezcan en su camino. Si tu engrampadora no tiene más ganchos, pídelas al sector correspondiente o ve a buscarlas tú mismo; si tu ordenador no funciona del todo bien, comunícate con el servicio técnico sin esperar al final del día.
Si te la pasas pidiendo y esperando, seguramente que no destacarás de entre tus colegas. O peor aún, lo harás pero de la manera contraria a la que buscas. Por otro lado, procura mantenerte siempre en contacto: si vas a llamar al servicio técnico y te cruzas con tu jefe, coméntale que has tenido un inconveniente con el ordenador pero que ya has llamado al área correspondiente y que el problema ya está siendo reparado; si tuviste algún problema y ya lo solucionaste, coméntaselo a tu jefe al final del día. Así, tu superior sabrá que puedes valerte por ti mismo, y que puede confiar en ti. Y quien destaca es el empleado que no trae problemas, sino que los soluciona.
Con estas simples actividades y pequeños cambios harás una enorme diferencia en tu ambiente laboral. También, trabajarás mejor y de modo más productivo. A la hora de elegir a un empleado para un ascenso, seguramente que estarás encabezando la lista de los posibles, y esto será enorme en tu carrera profesional.