Hay días que son definitivamente lentos en el trabajo. Hemos cumplido los pendientes, no hay nuevas actividades, y hasta los clientes parecen estar evitando ingresar al sitio. Estos días pueden ser terribles para las personas activas, provocando el tan detestable sueño a media mañana y el hastío que eso conlleva. Pero hay maneras de enfrentarnos al aburrimiento y al tedio en el trabajo.
La mejor manera de vencer al sueño en la oficina es tomar un pequeño recreo cada tanto. Sal de tu escritorio, camina algunos pasos, lava tu rostro y tus manos con agua fría, y asómate por la ventana para respirar aire fresco. Estos breves recreos renuevan el oxígeno en cada una de tus células, y hacen que tu mente cambie de escenario algunos minutos, despertándote por completo.
Para renovar el aire en el organismo, nada mejor que bostezar. Si puedes, hazlo con todas pompas: a boca abierta y con una gran bocanada de aire. Luego, estira tus piernas, tus brazos y tu espalda, para darle a tus músculos un mimo que será de gran ayuda.
Una buena manera de vencer el hambre y el sueño al mismo tiempo en el trabajo es comer un bocadillo natural y saludable. Puedes comer un yogur bien frío, o una deliciosa manzana, en lugar de bocadillos con altas cargas de grasas que sólo empeorarán la situación. Si tienes antojos de algo dulce, prueba con acompañar estos bocadillos saludables con un trocito de chocolate negro. Esto te dará energía, satisfará tus deseos por lo dulce, y te ayudará a despertar rápidamente.
Si otro colega está en tu misma situación, pueden ayudarse mutuamente al intercambiar algunas palabras. Una breve charla amigable sobre temas no relacionados a la oficina puede estimular sus mentes, energizándolas nuevamente para un mejor funcionamiento luego de la interacción.
Supongamos que la noche anterior no pudiste siquiera dormir unos minutos, y que tu cuerpo y tu mente están en verdad exhaustos. Pues aprovecha algunos minutos libres que tengas, quizás luego del almuerzo liviano, para tomar una pequeñísima siesta. Elige un lugar tranquilo para hacerlo. No es necesario dormir exclusivamente, puedes cerrar los ojos y relajar la mente, aprovechando la luz del sol para reposar cada célula por no más de 15 minutos.