La contratación en grandes corporaciones normalmente se realiza mediante un departamento especializado, o a través de los servicios de una consultora. Ambas opciones eligen perfiles de acuerdo a criterios establecidos y, por una solvencia financiera más abundante, tienen el respaldo de contrataciones y cambios de personal simultáneos.
En cambio, en las pequeñas empresas familiares la contratación debe realizarse procurando dar en el clavo, en la persona mejor capacitada y que presente mayores probabilidades de integrarse a la personalidad corporativa, en un modelo bastante peculiar.
Una de las particularidades de la pequeña empresa es que funciona como una verdadera familia. Esto es: entre un grupo reducido de personas, con una formación específica… y también con la dinámica de ayuda, competencia interna, celos y alegrías compartidas, tal como hermanos y padres en la forma de jefes y empleados.
Definir el perfil de la empresa será, entonces, fundamental para el éxito de la pequeña empresa familiar. Cargos específicos, encargados de cada función, respeto por las divisiones, y una modalidad estructurada de comportamiento es lo que permite que todos trabajen en lo suyo, sin dejar de colaborar al compañero o al colega.
A la hora de elegir a un nuevo empleado, procura que se adapte a estas dinámicas. Por ello, lo primero y más necesario es tener bien definido cuál es el perfil buscado, a partir de la dinámica de la empresa. Si no sabes lo que buscas, será inútil buscar algo. Por eso, define en primer lugar qué es lo que necesitas: una persona que no tenga inconveniente es quedarse más tiempo, alguien motivado por la satisfacción o meramente por el dinero, una persona que busque siempre el avance o que prefiera quedarse en el sitio y crecer allí, y todo detalle que el perfil de empresa imponga.
Una vez conocido el perfil, publica o haz conocer la necesidad. Se específico en ello, dejando claro lo que buscas en el aviso clasificado, anuncio interno o en la modalidad que prefieras. De este modo, aclarando aquello que necesitas (y también lo que en verdad no se desea) podrás recibir a los candidatos que se piensen idóneos para el puesto.
Entrevista a todos, diseñando primero el plan de la entrevista. Ya que en las empresas familiares las labores suelen compartirse y hay una intimidad mayor, es buena idea realizar una primera entrevista grupal, para pasar luego a una entrevista personal sólo a los candidatos que resalten en el primer encuentro en grupo.
En las empresas familiares las dinámicas cambian hacia la solidaridad y el compañerismo, debido a un menor número de personas trabajando en la corporación. Da preferencia a los candidatos que tengan más experiencia y conocimientos en el puesto o en el rubro de acción, en lugar de quienes tengan un notable currículum lleno de estudios y sin experiencia alguna. Lo cierto es que, al haber poco personal, no tendrás tiempo de enseñarle la práctica de todo aquello que necesitas, y en el mercado encontrarás a una enorme cantidad de personas experimentadas y con vasta experiencia, que por un motivo u otro no han podido cursar una maestría o un doctorado en tierras remotas… títulos que, en la práctica, a menudo no sirven de mucho, en especial en los cargos operativos.