El mundo laboral es de eterna competencia. A diario nuevos egresados buscan ocupar puestos laborales, cargados de nuevos conocimientos y tecnologías de vanguardia que amenazan al viejo personal y su manera tradicional de hacer las cosas.
Si quieres sobrevivir en este frenético mundo laboral pese al paso de los años, no debes dejar de cultivarte y de mantenerte siempre al día en las novedades del mercado. Y a ello, debes sumar los tres pilares de subsistencia.
Hace ya varios años que hablamos de la era digital. Hoy el mundo se mueve en torno a las tecnologías y a los medios digitales de comunicación. Lo que antes se redactaba en una máquina de escribir, hoy se tipea en un ordenador; lo que antes se calculaba con la calculadora y planillas escritas, hoy se hace mediante el aplicaciones; lo que antes se hacía a mano y usando la mente y el ingenio, hoy se calcula y proyecta mediante los medios digitales. Es así de sencillo, y mantenerte fuera de este entorno terminará por dejarte también por fuera del mercado laboral.
Si le das la espalda a las nuevas tecnologías, entonces te estarás quedando atrás en el tiempo. La sangre joven llega con sus conocimientos de avanzada, frescos y en uso. Y el mundo laboral se confía en estas nuevas tecnologías, aunque quizás las “maneras antiguas” sean mejores en algunos pocos casos. El primer pilar de supervivencia es el uso y constante formación en los medios digitales.
Los cambios son inevitables. Así como en algún momento llegaron las nuevas tecnologías y la era digital que vimos, hay muchos cambios que se instauran en las corporaciones casi sin previo aviso. Hay tendencias de moda, que se utilizan por algún tiempo, y hay cambios permanentes. La capacidad de adaptación a estos cambios es el segundo pilar de subsistencia.
Las jefaturas toman nuevos rostros, se crean departamentos de personal, de tecnologías, de comunicaciones y de un sinfín de temas, se exige el cumplimiento de nuevas normas, y es tu labor conocer y adaptarte a estos cambios, para fluir en la misma dirección que la empresa. Así, te mantendrás a la vanguardia de su funcionamiento, a diferencia de quienes viven en la contra, a destono y, al final de cuentas, fuera de sincronía con la entidad.
El tercer pilar de subsistencia en este mercado laboral cada día más competitivo es la versatilidad. Los empleados jóvenes, deseosos de comenzar con sus labores, están gustosos de hacerse cargo de más tareas de las que se exigen con el puesto. Quienes se mantengan en la postura de hacer sólo lo básico e indispensable, serán propensos a ser reemplazados por estos muchachos que flexibilizan sus límites y alargan sus jornadas en pro a conseguir mejores puestos.
Para integrarte a las nuevas tendencias, debes flexibilizarte tú también. Has de ser multitareas, cumplir más cosas en el mismo tiempo, de modo de adaptarte a las nuevas exigencias del mercado pero sin restar de tu tiempo personal y familiar.