Las preguntas que deberemos responder en una entrevista de trabajo abarcan tanto lo laboral como lo personal. Las segundas tienen como objetivo tener una idea de nuestra personalidad, analizar nuestra actitud, cómo nos desenvolvemos, etc.
Es probable que haya algunas consultas relacionadas con la composición de nuestra familia y las actividades extra-laborales que realizamos. Todas ellas tienden a determinar nuestros intereses vitales, y el lugar que ocupa el trabajo en nuestra vida. Y en este sentido, debemos estar muy atentos y bien preparados para responder: Una persona que tiene adicción al trabajo y lo pone en primer lugar, antes que la familia u otras actividades, no es considerado en las empresas como el mejor candidato.
Por lo general, una de las preguntas está relacionada con nuestras fortalezas. Es nuestra oportunidad de exponer nuestras habilidades y conocimientos, y cómo podríamos utilizarlas en el puesto al que aspiramos. Podemos mencionar nuestra capacidad de concentración, o para cumplir objetivos, habilidad para las relaciones personales (si el puesto involucra trato con clientes, por ejemplo), o el ser organizados o detallistas. Siempre mencionaremos especialmente aquellas cualidades que sean útiles específicamente para el puesto vacante.
También nos preguntarán por nuestras debilidades. Debemos ser cuidadosos con esta pregunta y, aunque responderemos con sinceridad, no mencionaremos “debilidades”, sino “puntos poco fuertes o insatisfactorios”, y cómo hemos logrado mejorar aquellos aspectos que no eran satisfactorios. Si tenemos dificultades para cumplir plazos, podemos decir, por ejemplo, que nuestro método de trabajo y nuestra tendencia a la perfección nos provocaban demoras, pero que hemos mejorado el modo de hacer las cosas para evitar hacer demasiadas revisiones.
Si tenemos tendencia a dejar todo para último momento, y luego correr para entregar un trabajo a tiempo, podemos decir que hemos mejorado nuestro manejo del tiempo, programando las tareas con anticipación, y ateniéndolos al plan previsto.
También es probable que nos pregunten cómo manejamos el estrés, o si podemos trabajar bajo presión. Debemos dejar claro que, si bien sabemos que hay situaciones que pueden ser estresantes, utilizamos la presión a nuestro favor, para mejorar el plan o sistema de trabajo, y poder, de ese modo, cumplir con los objetivos en forma correcta y a tiempo.
Recordemos que, si bien no debemos mentir, siempre debemos tratar de resaltar el aspecto positivo, y minimizar las cosas negativas. Todas las respuestas deben orientarse a la función específica que cumpliríamos, de conseguir el puesto, aunque no lo mencionemos en forma explícita.