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La inserción laboral desde niños
Insertando a nuestros hijos en el mundo laboral desde pequeños
Si hablamos de inserción laboral, seguramente nos imaginamos a un reciente egresado aún vistiendo su toga y birrete, corriendo por las calles con el diploma de estudios debajo del brazo, y un flamante título académico. Sin embargo, pensar en la inserción al mercado laboral recién a partir de la graduación universitaria… quizás vayamos demasiado tarde.
Y es que el trabajo es más que una actividad: es un modo de insertarnos también en la sociedad, como seres funcionales, valiosos y dignos. Pero pasar de ser un mero estudiante a, de pronto, un ente laboral, puede ser un poco rudo para las jóvenes mentes aún en modalidad de estudios.
Aprendamos algunas maneras de hacer que la inserción al mercado laboral en nuestros hijos sea una transición sencilla, mediante la construcción de patrones y conductas lenta y continuamente, integrando los conceptos necesarios para su mayor bienestar y éxito laboral, cuando llegue el momento.
El primer trabajo comienza en la infancia: es el trabajo de ser miembro de la familia. Cuando los hijos llegan a una edad en la que ya pueden ejecutar ciertas acciones, debemos enseñarles responsabilidades, como mantener sus labores escolares realizadas y su habitación ordenada.
La mensualidad que los padres dan a los hijos como premio por las buenas acciones realizadas, cumple doble propósito. Por un lado, les enseña las bases del ahorro, y por el otro, sobre las responsabilidades, su cumplimiento, y las recompensas. Esto es excelente para fomentar la conciencia del trabajo desde temprana edad.
En los países nórdicos es común que los niños preadolescentes tomen una ruta de periódicos, antes de ir a la escuela, entregándolos a sus vecinos. Este tipo de labores son ideales para crear una noción de trabajo liviana y simple, muy valiosa para los futuros años.
En nuestros países es habitual que los preadolescentes y adolescentes trabajen como asistentes en tiendas de conocidos o vecinos, a cambio de pagos módicos, siendo un gran entrenamiento para los futuros años por llegar.
Durante los estudios universitarios, ya sea en época de clases o durante los periodos vacacionales, las pasantías son el paso imprescindible para comenzar a insertarnos en un mercado laboral competitivo, esta vez directamente en el rubro de nuestro interés.
Aunque la gran mayoría de las pasantías no son pagas, de cualquier modo se trata de una invaluable experiencia que permitirá aplicar lo aprendido, y complementarlo con las realidades del mercado.
También permite ir creando un nombre y una libreta de contactos de interés para que, llegada la hora de la graduación, salgamos al mercado laboral ataviados de buenos contactos, conocimientos reales, e incluso experiencia laboral que podemos detallar en el currículum vitae.
