Ninguna empresa podría funcionar en el mercado sin la acción de sus empleados. Desde los grandes gerentes, CEOs y supervisores, hasta los obreros y el personal de ordenanza hacen posible que sean lo que son. Por eso, apreciar, reconocer y agradecer el accionar del plantel es una necesidad para la creación del mejor ambiente laboral.
Es que antaño, los grandes jefes, casi feudales, se paseaban por los pasillos esperando el agradecimiento por parte de sus empleados, en reverencia. Atrás han quedado los días en los que el patrón tenía que ofrecer trabajo, para adaptarse hoy en una suerte de simbiosis: mientras que los empleados agradecen su contratación, el pago justo por buenas labores y la estabilidad que brinda un trabajo, el jefe, el dueño y todos los cargos superiores van comprendiendo la necesidad fundamental que son los empleados para la entidad.
En las más grandes y mejor valuadas corporaciones no existen los cargos grandes y los pequeños, sino una correcta distribución de las acciones necesarias. El ejecutivo gerencial se dedicará a la planificación y administración de la corporación, mientras que el chico de los mandados se ocupará de que la correspondencia llegue a tiempo, que no falten los insumos, y de que las personas en sus escritorios no deban interrumpir sus funciones para ir a buscar una resma de papel. Y las grandes empresas lo saben, lo reconocen, y lo agradecen.
Es habitual que las empresas ofrezcan un regalo estandarizado para fin de año, con una bebida y algunas dulzuras para las fiestas. Las empresas algo más dedicadas ofrecen también una fiesta, para agasajar a sus empleados. Pero son las mejores empresas quienes optan por distinguir y agradecer a sus empleados a lo largo de todo el año, con numerosas maneras.
El sistema del empleado del mes es un buen ejemplo, pues una persona que se haya esmerado será reconocida ante todos sus compañeros, y además, contará con un premio o gratificación especial. Otras empresas establecen concursos grupales, uno o dos por año, en los que se premia a los equipos de trabajo, mientras que otras hacen eventos mensuales para agradecer a sus empleados por su valiosa colaboración.
La celebración de cumpleaños, junto con el saludo personal de los puestos gerenciales y algún beneficio extra es otra manera de hacer sentir mejor a los empleados. Lo mismo se aplica a nacimiento de sus hijos, a situaciones especiales, y a otras que la empresa considere, como fechas festivas en la ciudad que se celebren con media jornada de trabajo o beneficios extra para el plantel, como descuentos en tiendas, ropa de trabajo adecuada a cargo de la empresa, transporte diario gratuito y algunas más.
Hay muchas formas de agradecer a los empleados, para mantener alta la moral y reconocer la imprescindible labor que cada persona hace por la corporación, sea un gran puesto de alto mando o el técnico del elevador, el encargado de maestranza, el obrero de viña o el cadete de los mandados.