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Versión para imprimir del artículo Combate al estrés laboral con esta deliciosa dieta . No incluye formatos especiales ni imágenes.
Para combatir el estrés laboral no sólo basta con realizar ejercicios y actividades relajantes, y tomarse las actividades con más calma y orden, sino que debemos también llevar a cabo otro conjunto de actividades que te ayudarán a combatir y prevenir el estrés en el trabajo. El ejercicio físico y el disfrute del aire libre son imprescindibles, como también lo es la alimentación adecuada.
La alimentación contra el estrés incluye una serie de ingredientes que debes consumir, y también una serie de alimentos que debes evitar. Las carnes rojas, las grasas y el exceso de hidratos de carbono no serán favorecedores en una dieta contra el estrés. Sin embargo, no debes dejarlos de lado: debes, simplemente, consumirlos en no más de dos a tres porciones semanales, contando almuerzos y cenas.
Procura alimentarte con muchas frutas y vegetales frescos, sin cocción, para recibir el máximo de sus aportes nutricionales. Las vitaminas y minerales son esenciales para el buen funcionamiento del organismo y, en conjunto con los hidratos de carbono en una medida justa y sin excesos, te mantendrán energizado y activo a lo largo de la jornada.
Comienza tu día con una pieza de fruta fresca, sin endulzar con azúcares ni edulcorantes, y sin cocción. Recuerda lavar bien las frutas, y pelarlas de ser posible. Si bien debes controlar y minimizar el consumo de cafeína y energizantes, el cuerpo ya estará acostumbrado a un aporte extra de cafeína por la mañana. Toma una taza de café, y no más, y agrega leche para contribuir a tu alimentación.
Si sueles comer panificados, procura comer de salvados o integrales. Consumir fibra te ayudará a una mejor digestión y eliminación de los residuos alimentarios de tu organismo, favoreciendo una mejor absorción de nutrientes y una sensación general de bienestar y comodidad. Los panes “negros” te ayudan a combatir el estreñimiento y el tránsito lento, por lo que te sentirás más liviano y dispuesto a enfrentarte a la jornada.
Para la hora de media mañana, evita los alimentos con altos contenidos de azúcares. Consume frutas frescas, yogures, o snacks saludables. Los bastones de vegetales frescos son una gran elección.
Para el almuerzo, no olvides de hacer un alimento balanceado. Olvídate de la comida rápida saturada de grasas. Elige, en cambio, proteínas y vegetales frescos. No olvides finalizar el almuerzo con un rico postre, de preferencia una fruta fresca ácida, para sentir buena saciedad y alimentación, sin quedar demasiado lleno o somnoliento.
Para la media tarde haz una colación anti estrés. Consume algún lácteo, como un yogur, un saludable vaso de leche o un sándwich de pan negro con una rica porción de queso. Evita el consumo de cafeína y de azúcares en exceso, pues esto sólo contribuiría al estrés, previniendo que tu cuerpo se relaje hacia el final de la jornada.
Para la hora de la cena, recuerda la regla de oro: desayuna como un rey, almuerza como un príncipe, y cena como un mendigo. Una cena liviana, con vegetales o consomés, será la mejor elección, y facilitará el sueño y el buen descanso, previniendo así la acumulación de cansancio, tensiones y malestares.
