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Versión para imprimir del artículo Ejercicio para vencer el stress. No incluye formatos especiales ni imágenes.
El estrés no es sólo un estado de nerviosismo, es una verdadera enfermedad que cada día afecta a más personas y dificulta el desarrollo de las labores en oficinas de todos los rubros. Antes de dejarte atrapar por él, debes aprender técnicas de relajación que te permitan seguir enfocado en tus actividades, y ser productivo en tus labores, ayudándote con técnicas sencillas.
En jornadas extensas, o en días de labores extenuantes, cuando te sientas agobiado y comiences a sentir algo de peso en tu espalda y una tensión en la base de tu cuello, no ignores estas señales claras que están dándote tu mente y tu cuerpo.
Aunque la labor sea exigente, debes detenerte unos minutos y relajarte, para continuar luego con las energías renovadas.
Comienza por dejar la actividad que estás haciendo. Reclínate en tu silla, cierra los ojos, y da algunos respiros profundos, lentos y regulares, para tranquilizarte y renovar la oxigenación de todas las células de tu cuerpo.
Concéntrate, primero, en dejar de lado los pensamientos de trabajo y las preocupaciones, y luego, lleva tu atención a tus pies. Siéntelos, imagínalos pesados, bien afirmados en el piso. Imagina luego que retiras ese peso, dejándolos tan livianos que parecieran desprenderse del suelo. Luego, enfoca tu atención en tus piernas. Siente cómo tus piernas se liberan de la presión y del peso. Si te ayuda, visualiza tus piernas emitiendo una luz, un vapor, lo que te ayude a alivianarlas. Posteriormente, haz lo mismo con tu abdomen.
Sigue haciendo este ejercicio, imaginando la luz que sale de tu pecho, luego de tus brazos y también de tus manos. Siente cómo tu cuerpo está más liviano. Lleva ahora la atención a tu cuello, y nótalo relajándose, liberándose de su peso. Finalmente, siente tu cabeza: su peso se va liberando, y se siente liviana y suelta. No te olvides de respirar lenta y profundamente.
Ahora que tu cuerpo está liviano y liberado de sus tensiones, imagina una luz dorada que te baña, y te va llenando el cuerpo. Esta luz es energía pura: siente cómo va entrando en cada célula de tu cuerpo, liberándote del cansancio y la tensión. Tus músculos se sentirán renovados. Dirige el halo de luz dorada hacia tu cabeza, para que bañe tu mente con enfoque y nueva energía .
Gradualmente, imagina la luz desvaneciéndose. Vuelve a sentir cada parte de tu cuerpo, ahora renovado y re-energizado. Respira lentamente, en bocanadas profundas y pausadas. De a poco, regresa a tus labores. Abre lentamente los ojos y tómate dos minutos para quedarte relajado, disfrutando de esta sensación. Ahora sí, ya puedes retomar tus labores, esta vez con energía, enfoque, y productividad.
