Dentro de tu búsqueda laboral, es posible que hayas buscado vacantes, enviado tu currículum y hasta conseguido y realizado una entrevista. El problema llega cuando no recibes respuesta de la empresa a la que acudiste.
Quizá ya te hayas cansado de revisar tu correo electrónico o tu máquina contestadora y ver que el esperado mensaje no llega. Es natural que comiences a sentir un poco de nerviosismo, incluso desde que sales de la entrevista. Sin embargo, es importante que sepas dominar estos sentimientos de ansiedad para que la espera de una respuesta no te parezca una tortura. Estos consejos pueden ser de utilidad para ti:
Luego de salir de la entrevista, tómate un momento para analizar en privado los puntos más importantes y responde a estas preguntas:
- ¿Me sentí confiado y demostré esa confianza?
- ¿Respondí a todas las preguntas del entrevistador?
- ¿Dije todo lo que quería decir?
- ¿Cometí un error garrafal?
- ¿Hubo un momento incómodo entre el entrevistador y yo?
- ¿Considero que causé una buena impresión en el entrevistador?
Luego de analizar las respuestas, podrás saber si tu entrevista fue un éxito o un fracaso, con base en la cantidad de las respuestas positivas y negativas que obtengas.
Una herramienta que puede servirte para saber si la entrevista fue exitosa es tener una conversación con alguien de tu confianza, ya sea de tu familia o de tu círculo de amistades. Resume brevemente para esta persona la entrevista que acabas de realizar. Algunas veces, el hecho de expresar en voz alta nuestros sentimientos y emociones hace que tomemos mayor conciencia de ellos.
La paciencia es una regla de oro en la búsqueda de trabajo. Nunca sabes cuánto puede tardar un entrevistador en contactarte de nuevo para darte una aceptación o rechazo para el puesto que pretendes. Si el entrevistador acordó hablarte el lunes o cualquier otro día, espera hasta que se cumpla el plazo. Si no dio ningún plazo para informarte acerca de tu candidatura, lo recomendable es esperar por lo menos una semana. Dependiendo de la situación de la empresa o de la vacante, este plazo podría ser mayor, incluso en términos de meses.
Si han pasado dos semanas o un tiempo que creas considerable desde que el entrevistador prometió llamarte, lo mejor es que busques un contacto con él. Un método conservador es enviar un correo electrónico de seguimiento en el que le preguntes de manera amable si ya se ha tomado alguna decisión con respecto a tu candidatura. Procura ser cordial y no expresar enojo en este correo.
Si decides llamar por teléfono, aplica las mismas reglas: sé amable y pregunta si ya existe alguna decisión respecto a tu candidatura. Cualquiera de estas dos vías te ayudará a salir de la duda. Solamente recuerda no ser demasiado insistente, ya que podrías molestar al entrevistador y afectar la opinión que tenga de ti.