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Versión para imprimir del artículo Cómo no dañar el medio ambiente en la oficina. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Cuando estamos en nuestro hogar, solemos seguir prácticas ecológicas sencillas. Sin embargo, no siempre hacemos lo mismo en nuestros trabajos. Es importante adaptar la cultura ecológica a cualquier lugar en el que nos encontremos, y tomar medidas eco-friendly también en nuestra oficina, ya que con un par de simples consejos podremos ayudar a reducir el impacto ambiental, y así, poner nuestro granito de arena para hacer de nuestro planeta un sitio más agradable.
En primer lugar, debemos saber que la clave está en el ahorro, tanto de energía como de papel. Por este motivo, es necesario reducir el uso de papel. Podemos lograrlo imprimiendo sólo los documentos y correos que sean realmente necesarios, realizando impresiones doble faz cuando nos sea posible, aprovechando las impresiones viejas para escribir en su reverso, almacenando nuestros archivos y documentos electrónicamente, o simplemente suscribiéndonos a boletines y revistas digitales.
A la hora de imprimir, podemos utilizar cartuchos reciclados, que ayudan a reducir la basura en los basureros y, además, son más baratos que los cartuchos nuevos.
En cuanto al ahorro de energía, es necesario que desconectemos nuestra computadora todos los días al partir de la oficina, y que la apaguemos circunstancialmente si no vamos a utilizarla por un tiempo prolongado. Además, es indispensable desconectar también, impresoras, faxes, escáneres y demás aparatos que utilicemos, cuando no estén en uso.
En lo que atañe a la iluminación, debemos optar por usar bombillas de bajo consumo, o en el peor de los casos, tubos de luz fluorescente. También podemos acondicionar nuestro espacio de trabajo para obtener un provecho máximo de la luz natural, y así evitar prender focos. Nunca olvidemos apagar las luces al salir de cualquier sala, ya sea nuestra oficina, la sala de reuniones, o un baño.
Compremos muebles usados; de ese modo ayudamos a disminuir la tala de árboles. Podemos comprarlos en mercados de pulgas o, incluso, renovar algún mueble viejo que tengamos guardado en nuestro hogar. También podemos equipar nuestra oficina con insumos ecológicos específicos, conocidos como materiales verdes, entre ellos lapiceros, libretas, cajas, marcadores, cestos de residuos, y hasta cinta adhesiva hecha a base de vegetales.
Utilicemos el transporte ecológicamente: si nuestra oficina no nos queda muy lejos, podemos ir caminando o en bicicleta. Otra opción es arreglar con nuestros colegas e ir todos juntos hacia el trabajo, para compartir el auto y, así, reducir emisiones de CO2. Tengamos en cuenta que tomar el autobús es la mejor opción a la hora de desplazarnos a cualquier lugar, ya que, proporcionalmente, cada pasajero en viaje emite tres veces menos carbono que viajando en automóvil. Además, aprovechemos las escaleras, usándolas todos los días en reemplazo del elevador.
