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Criticar al jefe, ¿misión imposible?

El jefe ha cometido un error. Quizás, hasta haya cometido varias equivocaciones, o tal vez esté haciendo mal una tarea que, con una simple sugerencia, haría bien. Pero, ¿cómo hacemos para criticar al jefe y no morir en el intento?

Pues debes aplicar una gran cuota de astucia aquí. Si se tratara de un colega o de un subalterno, seguramente con respeto, buena educación y cortesía lograrías criticar de un modo constructivo, dando a entender tu punto hacia la mejor ejecución de una tarea o hacia una meta positiva. Pero en este caso, el objetivo de la crítica es una persona cuyo cargo es superior al nuestro, y cabe la posibilidad de que las críticas, aunque tengan el respaldo de un buen motivo, no sean bien aceptadas.

Cómo hacer una crítica a nuestro jefe

Bien, lo primero por hacer es no comentar por lo bajo con colegas y otros miembros de la oficina. Nunca sabes quién podría estar escuchándote del otro lado de la pared. Si necesitas consultarlo con alguien, procura que sea de tu entera confianza. Tampoco es buena idea tomar la iniciativa de pasar por sobre el cargo de nuestro jefe y dirigirnos de inmediato a sus superiores. En cambio, procura hallar el momento y el modo para evitar malos entendidos que pudieras, a la larga, afectar tu carrera en la institución.

Haz la crítica a tu jefe en el momento y modo indicado

El punto clave para lograr aportar críticas al jefe, es hacerlo en el momento indicado, en el tono correcto, y en la situación que lo permita. Debes ganarte la confianza de tu jefe antes, de modo que él o ella no se sientan amenazados por tu comentario. Hazlo en privado, sin otras personas que pudieran oír la conversación, y con el máximo de los respetos, en un tono neutro, sin abusarte de la confianza pero sin ser absolutamente frío.

Haz sólo críticas constructivas

Evita hacer la crítica en tono de queja o reproche, sino de modo que tus palabras denoten que buscas colaborar hacia el buen desempeño de tu jefe. También, asegúrate de que él no esté atravesando una mala jornada, y que esté de humor para ser sometido a tal charla.

Al hacer la crítica, deja espacio abierto para la respuesta y la reciprocidad. Muchas personas tienden a excusarse, aunque en verdad no haya motivos ni necesidad para ello. Pero, tratándose de tu jefe, permítele comentar sus razones o sus opiniones, con atención y respeto. Esto lo hará sentir en una pose de mando o de jerarquía… aunque en verdad no te afecte demasiado lo que esté comentando.

Recuerda que la crítica siempre ha de ser constructiva. Al formular tus palabras, no remarques solamente el error o la falencia, sino que debes agregar soluciones posibles o alternativas, demostrando tus intenciones de construir, en lugar de meramente reprochar.

Con estos consejos, seguramente tus críticas serán mejor recibidas, y tu relación con el jefe no se verá afectada por ellas. ¡Buena suerte!