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Versión para imprimir del artículo Cuándo ocurren los fallos laborales. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Para evitar las fallas en los procesos laborales debes prestar atención a tus metas. En primer lugar, debes asegurarte de fijarlas, a largo plazo y también metas cortas, siempre realistas y dentro de tus posibilidades. Fijar objetivos puede ser la clave del éxito, pues es lo que te mantiene motivado, en movimiento, pero bien encaminado en lugar de a tientas.
Para fijar metas grandes, a largo o a corto plazo, determina la realidad de tus posibilidades. Si te dedicas a las ventas, por ejemplo, y tu volumen normal es de 50 unidades semanales, determina como meta vender 60 unidades, aumentando tu rendimiento, en lugar de planificar una de 200 unidades semanales, algo poco realista.
Te mantendrás motivado teniendo siempre en mente tu meta y analiza cómo te sentirías al alcanzarla. Analiza qué beneficios tendrías y cómo aumentarían tus ingresos. Y luego, simplemente recuérdalo.
Hay dos grandes miedos que pueden causar fallas en lo laboral: el miedo al fracaso, y el miedo al éxito. El miedo al fracaso te frena de seguir adelante con tus labores, hace que tu visión de la tarea en manos se torne borrosa, que no tomes riesgos ni pruebes con técnicas o alternativas innovadoras. Pero debes recordar el viejo refrán, que dice que “es mejor intentar y fracasar, que nunca haber intentado”. Y es muy cierto, pues quien no actúa, no avanza; quien no intenta puede que no fracase, pero ciertamente tampoco tendrá éxito.
Por otro lado, una buena causa de los fallos laborales es el contrario a lo visto: el miedo al éxito. El miedo a no saber si podrás con esa cantidad de clientes, de no saber manejar el nuevo trabajo, de tener más labores que el que puedas manejar. Pero recuerda que todo se aprende y, con orden y motivación, podrás controlar cualquier volumen de actividad, de clientes, y manejar tus tiempos para lograrlo. Hasta que no te des al éxito, el éxito no vendrá a ti.
Manejar los tiempos de manera inadecuada es una gran causa de fallos. Debes actuar cuando el mercado y la industria así lo requieran, y no quedarte esperando a ver cómo prosperan los demás mientras tú te quedas quieto. Quien llega tarde a la fiesta come sólo los restos del pastel, y bien lo sabes. Es mejor actuar a tiempo y ser un pionero en el mercado, que llegar tarde y ser uno más de los invitados al festejo.
Aunque parezca que nada se mueve, recuerda siempre que el mercado y la industria están en constante avance y cambio. Debes analizar el mercado, saber actuar a tiempo y con confianza, y planificar metas objetivas y realistas. Mantén elevado el espíritu y sábete capaz de atender a cualquier tarea que pongan en tu camino, y el éxito querrá golpear a tu puerta en mucho menos tiempo del que piensas.
