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Versión para imprimir del artículo Tips para evitar la frustración laboral. No incluye formatos especiales ni imágenes.
La frustración laboral puede tomar muchos rostros. Puede tratarse de insatisfacción por las labores ejecutadas a diario, por el sueldo percibido, por el ambiente laboral o, simplemente, por el desgano propio respecto de un trabajo de buena paga y muy activo, que no te da placer ni satisfacción.
Hay muchas causas de la frustración en el ambiente del trabajo. Es importante reconocerlas para poder darles la solución más efectiva, y convertir a tu trabajo en un sitio de placer, además de productividad y de fuente de ingresos que te permitan un modo de vida adecuado y deseado.
Cuando en tu puesto de trabajo no tienes desafíos, has alcanzado tu techo o límite, o no te proponen nuevas actividades ni te permiten abrirte para hacer cosas nuevas, es fácil encontrar la frustración laboral. Cuando la jefatura no te permite “abrir las alas” y tu trabajo se torna en monótono, debes encontrar la forma de hacerlo más gratificante y satisfactorio, para evitar la frustración que resta productividad y placer diario.
Procura hacer las cosas de manera diferente, dentro de lo que te sea posible. Si todos los días comienzas por ordenar tus papeles, luego haces los informes y finalmente preparas la agenda de mañana, mezcla tus actividades: comienza por preparar la agenda de mañana, y termina el día con los informes: ordena tus papeles cambiándolos de ubicación en tus ficheros; inicia tu jornada con la actividad más exigente y termínalo con la más simple. Haz lo que puedas, dentro de los frenos que te imponen, para vencer la monotonía.
Cuando el sueldo es suficiente, las labores son variadas y el techo es altísimo, pero tu trabajo aún no te es satisfactorio, entonces el asunto cambia, y bastante. Si es tu trabajo el que te produce la frustración, debes analizar en profundidad si lo que te conviene es intentar mejorarlo, o simplemente cambiarlo.
Finalizar la jornada con satisfacción por lo realizado es una de las mejores sensaciones de la vida adulta, y es además la mejor manera de vencer la frustración. Cuando te satisface lo que haces, incluso una paga baja no logra vencer tus ánimos.
En cambio, si haces un trabajo que no ayuda a los demás, que no propone mejoras, que no te hace sentir útil y feliz al final del día, lo mejor es buscar uno nuevo. Analiza las finanzas y las opciones, para saber qué tanto puedes alejarte de tu trabajo actual. Aunque signifique una paga menor, o menos beneficios: si tu modo de vida te permite hacer ese cambio, entonces ponte manos a la obra para buscar nuevos horizontes.
Siempre analiza antes de actuar. Tu familia y tu modo de vida pueden adaptarse, pero procurando no entrar en faltas. Si tu pareja tiene un sueldo suficiente como para hacer frente a los gastos de hogar y familia, entonces puedes incluso realizar un trabajo solidario y caritativo, sin pago o con mínimos ingresos, por el tiempo que lo necesites para aumentar tu satisfacción. Así, el monstruo de la frustración laboral ya no estará al acecho, y tu vida (¡y tu actitud!) serán mucho mejores… y de eso se trata en verdad la vida.
