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Versión para imprimir del artículo El liderazgo de las mujeres en el trabajo. No incluye formatos especiales ni imágenes.
En los tiempos actuales, el mundo de los negocios ya no es exclusivo de los hombres. Aunque en muchos rubros y planos hay supremacía masculina, lo cierto es que las mujeres no sólo presentan un vertiginoso ascenso en la escalinata laboral, sino que además son ampliamente las elegidas.
Las razones de ello son bastante fáciles de observar. Basta preguntar a los empleados de cualquier organización sobre su opinión al respecto, y los datos concretos salen a la luz. Las mujeres, en cargos gerenciales o jerárquicos, son percibidas como más amables, integradoras, respetuosas y justas; en el plano ejecutivo o de operaciones, las mujeres son percibidas como más certeras, en especial a la hora de tomar decisiones en pro a un bien común.
Según recientes encuestas en el plano laboral, las mujeres son las amplias preferidas para tener como jefe, o en cargos jerárquicos en general. De acuerdo a las investigaciones, las mujeres al poder gozan de igual sencillez que en cargos de baja jerarquía, o al menos en la mayoría de los casos. Quienes han sido empleados por mujeres admiten que sus opiniones se ven respetadas y tenidas en consideración, y que las negativas a sus propuestas siempre vienen acompañadas de justificaciones lógicas y racionales.
Lejos han quedado los días en los que las mujeres eran consideradas “sentimentales” o emocionales en puestos exigentes. Hoy el desempeño femenil en cargos directivos, gerenciales y de alto mando presenta resultados que superan a los de sus contrapartes masculinas. Eso sí: siguen conservando un nivel de sensibilidad que propicia mejores ambientes laborales, de acuerdo con lo manifestado por oficinistas de todo el mundo, en un promedio general.
La imagen de mujer de negocios fría, insensible al mundo que la rodea, proviene de los primeros pasos de las féminas en el mundo laboral. A falta de un modelo a seguir, las mujeres debieron imponerse en el plano de los negocios imitando modelos y hasta comportamientos masculinos. Pero esos días ya son lejanos: una vez insertas en la competencia, las mujeres han sabido crear un nuevo modelo, más abierto, más integrador, y conjugando certeza con amabilidad en todas las tareas diarias.
Sin embargo, hay una constante entre el ayer y el hoy: las mujeres siguen teniendo como prioridad a la familia. Sin embargo, esto no perjudica su elevación en la escalera laboral, pues según las encuestas realizadas a trabajadores de todas las edades y condiciones sentimentales, las mujeres en los cargos jerárquicos no son percibidas como las “jefas”, sino como las “madres” en las organizaciones. Ello puede sonar extraño, pero se infiere de esta simple palabra las condiciones que los empleados por mujeres aplauden: “es alguien a quien se puede acudir cuando hay problemas, es alguien que felicita los logros, es alguien justo, organizado, es alguien que sabe llevar las riendas de múltiples planos a la vez” son algunas de las frases que se hacen eco en instituciones y empresas de todo el mundo.
