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Versión para imprimir del artículo Trucos para mejorar tu bienestar en la oficina. No incluye formatos especiales ni imágenes.
La oficina marcha sobre ruedas. Tu trabajo es el habitual, libre de estrés y presiones, y el ambiente general es bueno. Pero no te sientes completamente a gusto, hay algo que no está del todo bien. Es hora de evaluar tu propia situación, y dar los pasos necesarios para mejorar tu bienestar en la oficina.
Una de las razones por las que puedes estar a disgusto en la oficina es tu bienestar físico. Verifica que tu silla sea la adecuada, brindando buen respaldo y asiento confortable, que tus pies lleguen cómodamente al piso, y que tus codos tengan dónde posarse. Analiza tu escritorio y ordenador, si son ergonómicos, y si están a buena altura. Verifica dónde está ubicada tu pantalla en relación a ventanas y fuentes de luz, pues esto podría ocasionar brillos y reflejos que causen dolor ocular, jaquecas y otros.
Si estos elementos no te causan malestar alguno, analiza entonces la forma en que las usas. Verifica tu postura al sentarte, y si estás cumpliendo los descansos cada hora, levantándote de tu silla, caminando algunos pasos, bebiendo agua y relajando tu visión mirando en otras direcciones. Recuerda lavar tu rostro y tus manos cada una a dos horas, para aliviar tensiones y renovar la mente.
Otro detalle para mejorar tu bienestar en la oficina es analizar tu situación emocional, si tienes problemas en casa o en la familia, pues estas pueden estar reflejándose en tu trabajo. También puede que tu oficina no sea un sitio que te cause placer, sino que te provoque una sensación sobria y algo sombría.
Fíjate si tienes luz natural, pide permiso para cambiar el color de tu oficina hacia uno más cálido, coloca alguna planta natural de interiores, y algunos elementos decorativos aquí y allá, como fotografías, regalos de tus hijos, o lo que sea que te evoque una sonrisa y una relajación mental al observarlo.
Solicita que cambien la fuente de luz artificial si notas que te perturba, ya sea por un zumbido, problemas de intensidad lumínica, o por ser una luz blanca fría en lugar de una blanca cálida. Esto influye mucho sobre el bienestar emocional, además de perturbar la concentración, el enfoque y la productividad.
Si tu teléfono no para de sonar, baja el volumen de la campana o coloca un timbre más armónico, en lugar del timbrazo que te hace erizar la piel. También procura bajar el volumen del ordenador, para evitar la molestia del aviso de emails entrantes que te puede desconcentrar y molestar.
Evita tener elementos y programas que te inciten a la distracción, como juegos en el ordenador, revistas de variedades, juegos manuales y otros. En lo posible, usa elementos no inalámbricos para evitar las ondas que, a la larga, podrían perturbarte. Pero aprovecha las tecnologías a tu alcance: teléfonos de vincha o con auriculares, altavoces y otros pueden ayudarte a liberar las manos mientras sigues trabajando.
También evita tener golosinas en tu oficina para mejorar tu bienestar. Estas suben tu nivel de azúcar pero dejan toxinas en tu cuerpo. Las comidas grasosas también son algo a evitar, pues te aportarán una sensación de pesadez que luego te dificultará en la concentración. Mejor consume lácteos, frutas frescas e infusiones (de preferencia bajas en cafeína) para sentirte más liviano mientras trabajas.
