Cuando acudes a una entrevista laboral debes ser tú mismo, sentirte cómodo y mostrar tu verdadera personalidad, pues mentir y hacerte pasar por otra persona no tendrá buenos resultados a largo plazo. Pero cuando hablamos de ser tú mismo nos referimos a ser tú “en situación”, siempre a sabiendas de que quieres “vender tu imagen” y mostrar lo mejor de ti en un ambiente laboral.
En toda entrevista laboral debes observar las actitudes básicas que denotan respeto e interés. Llegar a tiempo (unos minutos antes, no demasiado), mantener una buena imagen personal, confirmar telefónicamente si vas a ausentarte o retrasarte, y llegar a la cita con la documentación solicitada son algunas de ellas.
También debes ser honesto sobre tus antecedentes, conocimientos y experiencias, pues si son sometidos a verificación y no concuerdan con lo dicho, sólo crearás mala imagen y el rechazo en tu postulación.
Si eres de vestir playera y jeans normalmente, quizás no te sentirás a gusto con un traje elegante para la entrevista laboral, y es lo más probable que se note a simple vista tu incomodidad. Por eso, elige un pantalón o falda más bien formal, una camisa o una chomba, en un aspecto elegante sport adecuado.
Si el puesto requiere vestir de traje, pues deberás usar traje y corbata si quieres que te tomen seriamente en consideración para el cargo.
Lo mismo va para el peinado y la higiene personal, incluyendo maquillaje, perfume y accesorios. Si eres de usar flores en el cabello, aretes llamativos, accesorios brillantes como medallones, o si usas el cabello más bien salvaje y de colores extraños, sabrás que no será lo mejor para la entrevista. Mejor peina ese cabello salvaje, luce accesorios más sutiles, quítate los piercings y oculta tus tatuajes para ser mejor apreciado.
Quizás eres de hablar a volumen alto, en palabras soeces, de manera natural. Pero llegar a la entrevista gritando palabrotas no será la mejor decisión. En la búsqueda de ser tú mismo, pero en la mejor versión, evita en este caso usar un lenguaje técnico que desconozcas o que te cueste manejar. No hay nada malo en hablar de modo más coloquial o mundano, siempre y que evites las palabrotas y los comentarios fuera de lugar.
Aquí también incluimos calmar un poco tus nervios, normales en una entrevista, o sobreponerte a tu timidez en caso de que sea lo que te describe mejor. La honestidad es siempre el mejor camino en cualquier interacción social, y la búsqueda de empleo es un claro ejemplo de su importancia. Sé tú mismo, pero siempre mostrando esa parte que mejor te describe para el trabajo.