Trucos para reclutar sólo a los mejores empleados

El proceso de selección de personal

Es bien sabido que las empresas que reclutan a “conocidos”, sin analizar de modo alguno sus méritos, tienen un oscuro destino ya signado. Por otro lado, las empresas que se dedican de lleno a hacer un reclutamiento específico, bien estructurado y que aplican algunos trucos especiales, son las que consiguen el éxito en la formación de un plantel laboral productivo y eficiente.

Por lo general, el proceso de reclutamiento comienza por la publicación de una solicitud de empleados. Puede ser un aviso clasificado impreso y también en portales dedicados. Así damos a conocer la necesidad de nuevos empleados bajo ciertas condiciones, que han de ser explicadas claramente en el anuncio. Mantener el misterio puede ser efectivo en algunos casos de competitividad entre las compañías, pero nos traerá una marejada de candidatos no aptos para el puesto, haciéndonos perder tiempo en el proceso.

Al redactar el anuncio establece claramente los requisitos del cargo, como la experiencia previa, el rubro de acción, y los detalles personales necesarios. Si lo prefieres, puedes anunciar también el puesto para el que pides personal, estableciendo los trabajos y labores que se esperan, pues esta es una buena manera de recibir sólo a quienes estén dispuestos a cumplirlo.

Recepción de currículums

Para simplificar el proceso, la mayoría de las compañías optan por solicitar el envío de un CV u hoja de vida. El aspecto y los contenidos de este son igual de importantes: un currículum completo y llamativo presentado en un mal formato, con errores de ortografía, te dirán mucho sobre la persona y su modo de hacer las cosas.

Para adelantar el conocimiento de los candidatos, pide la presentación del CV junto a una carta de presentación, escrita a mano si prefieres hacer un análisis caligráfico, o quieres conocer la prolijidad del empleado de antemano. La carta de presentación te dirá más de la persona y su modo de ver las cosas: si se repiten los contenidos, sabrás que el candidato es escueto en su visión; si la carta es abierta y se refiere a lo personal de un modo profesional, allí está tu empleado ideal.

Un buen truco es pedir una carta de presentación con requisitos específicos, como estar escrita a mano, entregarse con o sin sobre, en un papel de determinado color u otras, para conocer el nivel de acatamiento de la persona. Las empresas más grandes también piden que, en esta carta, se incluya algún chiste escrito o se cuente una hilarante experiencia personal, con el mismo propósito. Esta es una genial idea, pues te dará a conocer el acatamiento, la comprensión del pedido, y también la profesionalidad de la conducta del candidato, a partir de la adecuación del chiste presentado.

Entrevistas grupales

Una buena idea al respecto de las entrevistas a los candidatos que hayan superado la primera etapa de selección es hacer una primera entrevista personal, conociéndolos mejor para luego llamar a una segunda entrevista grupal. Esta te permitirá evaluar el comportamiento social, su capacidad de liderazgo y otros detalles necesarios.

El encuentro en grupo puede comenzar con una breve charla, para pasar luego a actividades lúdicas especiales que te darán a conocer el comportamiento real de la persona, así como su capacidad de solucionar problemas, su frustración y otros detalles.

Finalmente, recuerda establecer claramente la labor y todas las actividades que se esperan de los candidatos seleccionados. Puedes hacerlo en la entrevista personal, de modo de consultar si en verdad está interesado en el cargo, evitando así tiempo de análisis posterior para otros que, en definitiva, no están interesados.