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La silla ideal para la oficina
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La silla ideal para la oficina
Estar mucho tiempo sentados en el trabajo nos obliga a usar una silla que cumpla con ciertos requisitos, por el bien de nuestro cuerpo. ¿Cómo debe ser una silla para oficina?

Las sillas ideales para oficina son las llamadas sillas ergonómicas. Se trata de sillas cuyo diseño previene la fatiga, los dolores musculares por mala posición, y la interrupción del flujo circulatorio (que siempre se hace más lento cuando estamos sentados).

 

Características de la silla ideal para oficina

Si no podemos tener una silla ergonómica (porque, la verdad, son bastante caras), procura que la silla te permita sentarte en forma cómoda. Las características básicas son las ruedas para desplazamiento y el ajuste de altura.

 

La altura de asiento ideal es aquella que nos permite apoyar la planta de los pies en el suelo. En ningún caso los pies deben quedar colgando, o las rodillas estar más altas que nuestra cadera. Si la silla no permite ajustar la altura, y no llegamos con los pies al piso, es necesario poner un suplemento en el cual apoyarnos. Fíjate que el asiento debe tener una leve inclinación hacia abajo en la parte de adelante: esto ayuda a la correcta circulación.

 

El asiento debe ser lo suficientemente amplio como para no quedar “aprisionados” entre los apoyabrazos. Y mullido sin ser demasiado blando. Si es muy duro, podemos sentarnos sobre un almohadón: los asientos muy rígidos comienzan a resultar incómodos a las 2 o 3 horas de estar sentados en ellos.

 

Una silla ergonómica cuenta, generalmente, con soporte lumbar. Si nuestra silla no lo tiene, podemos agregar unos almohadones sobre los cuales apoyar la zona baja de la espalda. Si es posible, debe tener un respaldo lo suficientemente alto como para poder descansar, también, la parte superior de la espalda, y que la columna apoye según su curvatura normal y en eje con el centro de gravedad. Mucho mejor si la inclinación del respaldo es regulable ya que, de ese modo, podremos adaptarlo mejor a nuestra comodidad y necesidades, según el trabajo que realicemos.

 

Los apoyabrazos de una silla ideal deben ser amplios y también regulables, y deberían permitir apoyar cómodamente los brazos en ángulo de 90º. Lo ideal sería que los brazos así doblados quedaran a la altura de la mesa de trabajo.

 

Con respecto a la estética, lo mejor es elegir una silla con un color no muy claro, para que no se ensucie rápidamente. Y, si es posible, que tenga un tapizado resistente a las manchas y el uso prolongado, además de ser de fácil limpieza.

Texto extraido de: http://oficinaybienestar.com
Enlace: http://oficinaybienestar.com/n/2000/la-silla-ideal-para-la-oficina.html
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