El análisis de la pirámide de las necesidades, creada por Abraham Maslow, nos permitirá determinar las motivaciones particulares de cada integrante de una organización.
La teoría de la pirámide de las necesidades
Abraham
Maslow, psicólogo anglosajón, nos dejó una noción por demás importante para los
análisis social, personal y laboral a nivel mundial: su teoría de la pirámide
de las necesidades, presentada en 1943. En ella destaca las necesidades básicas
y secundarias para una persona, de las cuales se desprenden sus niveles de
productividad, felicidad y adaptación al mundo y al entorno en, prácticamente,
todos los aspectos posibles.
En el
ámbito laboral, el análisis de la pirámide de las necesidades es lo que determinará
las motivaciones propias y particulares de cada individuo, trasladadas a toda
la organización. Este conocimiento, a su vez, es lo que permite estimular la
productividad, la eficiencia y la participación de cada empleado en la
organización.
La teoría de Maslow
Esta teoría
divide las necesidades de una persona en cinco categorías, desde la principal
hasta la más anexa:
- En la base
de la pirámide se hallan las necesidades básicas de una persona, denominadas “necesidades
fisiológicas”. Estas incluyen el respirar, el beber agua, el comer, dormir,
cubrir el cuerpo (por temperatura y por adaptación social), funciones sin las
cuales la persona no ha de poder sobrevivir.
- Luego
llegan las “necesidades de seguridad”. Estas son atendidas una vez cubiertas
las fisiológicas, e incluyen la necesidad de las estructuras, los límites y la
protección, como un empleo seguro, de un techo, de un sistema
de seguridad social o cobertura de salud y algunas más, como la necesidad de la
estructura social que incluye la dirigencia, la policía, la entidad de bomberos
o contingencias y demás.
- Luego se
aprecian las “necesidades de amor y pertenencia”. Estas son la de
tener una familia acogedora, un círculo
de pares o amistades, la necesidad de procrear y tener hijos, la de
ser parte de un club o de un equipo de trabajo que aporte la sensación de
pertenencia a la organización, a la comunidad u otras divisiones sociales y
laborales.
- Casi en la
punta de la pirámide encontramos las “necesidades de estima”, incluyendo aquí
las nociones de respeto, reconocimiento, reputación, independencia y
solidaridad, tanto de uno hacia los demás, como de los demás hacia uno.
- Finalmente,
el quinto nivel de las necesidades, la punta de la pirámide, son las “necesidades
de auto motivación”, la de crecimiento, las de realización y satisfacción
propia y personal. Es la búsqueda de la belleza en el mundo circundante, la
sabiduría de la propia fortaleza, la diversión y la autosuficiencia.
Analizando las necesidades de los trabajadores
Cada uno de
estos niveles puede analizar las diversas motivaciones de los integrantes de la
organización. Si el plantel tiene cubiertas sus necesidades fisiológicas,
debemos atender entonces al cumplimiento de las de seguridad, luego a las de
pertenencia, y así.
El análisis debe incluir las nociones sociales
generales, por ejemplo, el dinero: ¿es lo que aporta la seguridad?, ¿es lo que
le confiere a la persona estatus social, una vez cubiertas sus necesidades? ¿Es
lo que le da la satisfacción de los placeres sibaritas? La flexibilidad de
horarios, ¿es lo que permite tener un segundo empleo para tener más ingresos?
¿Es lo que le da la posibilidad de practicar un deporte de equipo? ¿Tiene
suficiente tiempo para compartir con su familia y minimizar el estrés?
Con este
simple análisis podremos determinar, de manera más específica,
cuáles son las
necesidades que los integrantes de la organización están persiguiendo. Cubriendo
sus
necesidades, lograremos un plantel laboral más coordinado, eficiente y
productivo.