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Versión para imprimir del artículo Cómo reducir el sedentarismo en la oficina. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Sabemos que el estilo de vida sedentaria es de lo peor para la salud y el bienestar. Pero poco lo asociamos con nuestra actividad laboral, cuando lo cierto es que el trabajo de oficina es una de las mayores fuentes de sedentarismo de nuestras culturas. Conozcamos los efectos del sedentarismo laboral, y algunas buenas ideas para solucionarlo.
Supongamos que te levantas por la mañana, te aseas, y sales a sentarte al coche o al tren para ir a la oficina. Caminas unos cien pasos hasta llegar a tu escritorio y vuelves a sentarte allí, hasta que llega la hora del almuerzo. Te levantas, caminas al comedor y vuelves a sentarte. Regresas a tu escritorio y te sientas a trabajar hasta la hora de salida. Luego vuelves a casa y, al llegar, te quitas los zapatos y te sientas en el sofá a ver un poco de TV, hasta que llegue la hora de ir a acostarte a tu cama. ¿Cuánto ejercicio crees haber hecho en el día?
A menudo no asociamos el sedentarismo con la oficina, pero lo cierto es que la gran mayoría de nosotros pasamos la mayor parte del día sentados, trabajando. Esto es nefasto para nuestra salud, y notarlo es el primer paso para ponernos en acción y solucionar este dilema, sin interrumpir nuestras actividades pero cuidando nuestro cuerpo.
Al permanecer sentados por mucho tiempo, nuestra circulación sanguínea disminuye. Esto significa una menor nutrición de nuestras células, calambres musculares y molestias. También el ritmo respiratorio baja lo que, sumado a una menor irrigación sanguínea, se resume en una menor oxigenación en nuestro órganos y músculos, incluyendo aquí a nuestro cerebro.
También el sedentarismo produce una elevación en los niveles de insulina en el cuerpo y una menor eliminación de toxinas y desechos orgánicos. A la larga, aumenta nuestro riesgo de enfermedades cardíacas y una acumulación de grasas que altera incluso nuestra estética. Los problemas circulatorios no tardan en llegar, a menudo en la forma de várices y arañitas.
Un cerebro menos nutrido y oxigenado equivale a un empleado poco productivo. Eliminar el sedentarismo es una buena idea para tu salud, y también para tu rendimiento laboral. Para solucionarlo, puedes colocar una cinta caminadora en tu oficina, para caminar y moverte mientras trabajas en ciertas tareas. También puedes tomar las escaleras en lugar del elevador, caminar una vez por hora al sanitario para renovar el aire, y preferir ir a a pie o en bicicleta antes que conducir al trabajo.
Realizar alguna actividad deportiva en horarios fuera del trabajo puede ser una buena compensación para las horas de sedentarismo, pero no serán suficiente. Es importante movilizarnos mientras trabajamos, pues así evitaremos la acumulación de toxinas y grasas, y mantendremos a raya la insulina en nuestra sangre.
Y todo esto será beneficial para tu salud, para tu aspecto físico, y también para tu rendimiento laboral. Vale la pena reducir el sedentarismo y levantarnos del escritorio de vez en cuando, ¿verdad?
