Por desgracia, el acoso sexual en el trabajo es una situación común a la que puedes llegar a enfrentarte durante tu vida laboral. Es importante saber reconocerlo y conocer las maneras de enfrentarlo.
La Organización Internacional del Trabajo lo define como “Conducta de naturaleza sexual, y toda otra conducta basada en el sexo y que afecte a la dignidad de mujeres y hombres, que resulte ingrata, irrazonable y ofensiva para quien la recibe”. También señala que es acoso cuando la aceptación o rechazo a esta conducta afecta el trabajo y crea un ambiente intimidatorio para esa persona.
Por ser una manifestación de las relaciones de poder, las mujeres están más expuestas a ello, pero como hombre también debes estar atento.
Muchas veces es difícil diferenciar si determinadas actitudes constituyen acoso sexual o no, es útil saber que estos casos se dividen de la siguiente forma:
Evita desde un principio aquellas situaciones que te generen desagrado o humillación. Lo mejor es hablar claramente y decir que las bromas o insinuaciones te molestan. Pídele a la persona que las realiza que deje de hacerlas.
Si la situación persiste o se intensifica, debes darlo a conocer a tu superior o a tu sindicato, si cuentas con él. Ellos tomarán las sanciones pertinentes. Compártelo también con tus compañeros, amigos y familiares; ellos pueden brindarte apoyo emocional.
Si el acoso sexual involucró una violación o un intento de violación, debes denunciar el hecho ante las autoridades y buscar ayuda psicológica profesional.
Reúne pruebas
Si estás siendo víctima de acoso sexual, es útil que conserves pruebas de lo sucedido. Anota los comentarios u ofensas, así como el día, hora y lugar donde se efectuaron. Guarda los correos electrónicos que contengan proposiciones o material pornográfico.
Procura contar con testigos, como compañeros u otras víctimas, que puedan respaldarte al hacer una acusación de acoso sexual.