El equipamiento de la oficina en casa

Sabemos que es necesario que nuestro espacio de trabajo esté ordenado. No sólo por una cuestión de practicidad, sino también porque el orden favorece la concentración, mientras que el desorden favorece el estrés. Y, cuanto más pequeño el espacio, más orden necesitamos, para que no termine provocando que ni podamos movernos por la cantidad de cosas que andan dando vueltas. Con pocos elementos básicos, podemos lograr orden y prolijidad en nuestra oficina en casa.

Si tenemos lugar, un armario o biblioteca pequeña servirá para dar orden a la oficina hogareña. Nos permitirá guardar carpetas, resmas de papel, útiles, dvds, libros, pendrives, cargadores, y cualquier otro elemento que usemos habitualmente en nuestra labor. Si no contamos con un mueble, podemos armar una estantería con rieles, o de las que se cuelgan del techo. Y hasta podemos comprar una estantería metálica (suelen ser muy amplias y entran muchas cosas) y pintarla de un color contrastante para que quede más linda.

Si el armario dispone de cajones, mucho mejor, ya que servirán para las cosas pequeñas. Si no, tenemos dos opciones. La primera y más práctica, ya que no ocupa espacio adicional, es comprar cajas de cartón (las hay muy resistentes y muy decorativas), que pondremos en los estantes del armario/biblioteca/estantería. Recuerda rotular el frente de las cajas para saber siempre dónde buscar lo que necesitas.

La otra opción (pero necesitamos espacio adicional) para dar guarda a diferentes objetos de nuestra oficina hogareña, es una cajonera individual. Lo ideal sería que pudiera caber debajo de la mesa de trabajo, para no estorbar el paso y tenerla siempre a mano.

Las mesas auxiliares son muy útiles, mucho mejor si tienen ruedas para desplazarlas. Mientras no las usemos, estarán plegadas en algún rincón, y, cuando las necesitemos, bastará acercarlas a la zona de trabajo. Nos servirán para apoyar papeles, libros de consulta, revistas y hasta la taza de café (así nos aseguraremos de no volcarla sobre el escritorio). Si no tienes espacio para mesa, puedes poner bandejas apilables sobre el escritorio o en alguno de los estantes de la biblioteca. De ese modo, nada estará fuera de lugar y siempre sabrás donde buscar.

Las pizarras y paneles de corcho son aliados indispensables. Podremos anotar, pegar papeles con recordatorios y datos útiles que, de otro modo, terminarán perdiéndose por estar sueltos. Si tienes fechas de entregas, puedes armar una pizarra-calendario, donde ir registrando fecha de comienzo y terminación de cada trabajo. Cada mes podrás borrar los trabajos terminados y anotar los nuevos.

Por supuesto, los lapiceros son un objeto infaltable en una oficina. Desde un lapicero convencional a un frasco decorado o una taza de cerámica, todo vale cuando se trata de tener los lápices y lapiceras ordenados.