Para que nuestro lugar de trabajo sea realmente armónico de acuerdo a las indicaciones del Feng Shui, además de elegir el color de pintura apropiado, debemos atender las sugerencias con respecto a la ubicación y materiales del equipamiento.
Una regla general a tener en cuenta, es que los lugares de paso no deben estar obstaculizados por elementos de ningún tipo. Tampoco las puertas de acceso ni las ventanas, es decir, aquellas aberturas que comuniquen con el exterior.
Según el Feng Shui, la ubicación de nuestro escritorio o mesa de trabajo debe ser específica, según la tarea que realizamos. Aunque, en general, se aconseja no dar la espalda a la puerta de entrada, esta es, sin embargo, la posición ideal para aquellos trabajos que requieran concentración e inspiración. Más aún, si tenemos una ventana por la que entra abundante luz, colocaremos el escritorio debajo de ella. En caso de que la vista a través de la ventana no sea muy buena, podemos colocar, por el exterior, macetas con plantas florales, móviles, o una fuente de agua.
La mesa de trabajo no debería tener ángulos rectos, sino formas redondeadas, orgánicas. Un objeto decorativo sobre el escritorio nos ayudará a concentrar la energía positiva. Una silla alta, que nos cubra la espalda, se considera un elemento de “protección”.
Es ideal tener objetos que representen los cinco elementos de la filosofía china (agua, tierra, fuego, madera y metal). Pero además, el Feng Shui asigna un elemento a cada actividad. Es bueno averiguar cuál es el elemento que corresponde a nuestro trabajo o actividad comercial, y colocar un objeto representativo junto a la puerta. También es deseable tener un objeto del elemento de prosperidad que nos representa, según nuestra fecha de nacimiento, y asociado a nuestro elemento maestro.
Es importante recordar que los colores, muebles y objetos de la oficina deben estar equilibrados armónicamente. Es decir, debe haber elementos Yin (que favorecen la relajación y concentración), y elementos Yang (que estimulan la actividad y dan energía). Esto puede estar determinado por la forma, el color, o el material de los objetos.