Así como podemos seguir las indicaciones del Feng Shui para la distribución de los muebles en nuestra oficina, el color de las paredes, o la decoración general, también podemos iluminar nuestra oficina o espacio de trabajo de acuerdo al Feng Shui.
La iluminación juega un papel muy importante en el Feng Shui, ya que corrige los desequilibrios y la falta de armonía. Además, sirve para regular el flujo de la energía (Chi) positiva. E, independientemente del Feng Shui, sabemos que la iluminación de un lugar afecta, en forma positiva o negativa, la vitalidad, estado de ánimo y concentración de las personas.
Lo que sí es fundamental para el Feng Shui, es el equilibrio entre luz y sombra: deben evitarse tanto las zonas oscuras, como los espacios con luz solar directa excesiva. La iluminación puede ser de 3 tipos: general, puntual o decorativa.
La iluminación general es la de una luz colgando del techo. Si necesitamos que haya mucha energía en el ambiente, la luz debe ser intensa y dirigida hacia arriba. Si necesitamos un ambiente calmo y relajado, preferiremos la luz difusa. En zonas como pasillos o recepciones, elegiremos la luz puntual , a través de apliques de pared o lámparas de pie. Debemos procurar que no haya contrastes bruscos de luz y sombra. Para destacar un objeto o un sitio en que queremos activar el chi, usaremos una luz focalizada. Siempre se preferirán las lámparas de luz cálida y, si es posible, rosada. Esto genera una atmósfera calma, relajada, confortable y acogedora.
Para corregir la falta o el exceso de luz natural recurriremos a elementos adicionales, como espejos o masas de agua que reflejen, y biombos, cortinas o persianas que atenúen. El sol del oeste, particularmente, debe ser evitado o suavizado cuando da en forma directa. Podemos recurrir a cortinas, o a bolas facetadas, por ejemplo, que desvían los rayos del sol hacia distintas direcciones.
Nunca debemos colocar luminarias justo encima de la mesa de trabajo, ya que es perjudicial sentarse debajo de la luz directa. Siempre procuraremos que venga de los costados.
Las lámparas quemadas deben reemplazarse de inmediato, ya que tienen el mismo efecto perjudicial que las plantas secas o los objetos rotos.