Muchas veces, por las largas horas que pasamos en la oficina, no nos queda demasiado tiempo para ir a un gimnasio, o hacer ejercicios de tonificación muscular en casa. Te vamos a contar cómo puedes tonificar tus músculos aún mientras trabajas. Y lo mejor, es que nadie se dará cuenta de que estás ejercitando.
El ejercicio más básico es sencillo: ¡usa la escalera! Subir y bajar las escaleras, en lugar de usar el ascensor, ayudará a tonificar tus piernas y glúteos. Además, es un excelente ejercicio para quemar calorías. Quizás al principio te cueste un poco acostumbrarte, pero con el correr de los días, podrás subir cada vez más rápido.
También podemos tonificar los músculos de la parte interior de los muslos desde nuestra silla de escritorio. Nos sentamos con las piernas separadas el ancho de los hombros, y contraemos la parte interior de los músculos hasta que las rodillas se toquen. Mantenemos por unos segundos y aflojamos. Podemos repetir este ejercicio todas las veces que queramos.
Otro ejercicio para muslos: apoyamos ambas manos en el asiento de la silla, con la espalda recta, apoyada en el respaldo, y extendemos las piernas al tiempo que contraemos los muslos. Mantenemos durante unos segundos y aflojamos. Podemos hacer todas las repeticiones que queramos.
Para tonificar las piernas y activar la circulación mientras trabajamos, podemos recurrir a este sencillo ejercicio, que haremos de pie (aprovecha para hacerlo cuando hablas por teléfono, por ejemplo). Simplemente, levantamos los talones del piso (los dos pies a la vez) y nos mantenemos de puntillas por unos segundos. Luego bajamos lentamente. Como ves, es fácil y es posible repetirlo a gusto. Podemos, además, aprovechar para tonificar los glúteos, contrayéndolos mientras permanecemos apoyados en las puntas de los pies.
Como ves, nada es imposible. Si complementas estos ejercicios diarios con una alimentación sana, no te será tan difícil mantenerte en buen estado, aunque pases largas horas en el trabajo.